Podía ver tus ojos en cada pantalla de la ciudad, escuchaba tu nombre ser mencionado por cada persona que pasaba a mi lado, mientras decían lo increíble que eras, y todo lo que estabas logrando al lado de los seis increíbles chicos más. Oía tu voz c...
*Primeramente quiero agradecerles profundamente por la paciencia con esta novela y el increíble apoyo que recibe a diario, desde lo más profundo de mi corazón mil gracias, sin duda son los mejores lectores. Un fuerte abrazo a cada uno. Sé que algunos lo saben y otros no, pero estuve bastante enferma por un largo tiempos, entre diagnósticos y exámenes no encontré un momento adecuado para volver a actualizar, sin embargo gracias a Dios ya me encuentro bien de salud y una vez más por acá para finalizar esta hermosa historia que tanto he disfrutado escribir y que a su vez me ha enseñado y ayudado a mejorar y crecer como "escritora"(no me considero tan buena para ponerme ese título, pero hago lo mejor que puedo jajaja) así que espero se queden por acá a mirar su desenlace y una vez más, mil gracias por tanto♡*
📌PD: Espero que disfruten mucho del Capítulo. Las fallas ortográficas serán corregidas una vez que la novela entre en edición. Infinitas gracias por el apoyo y la paciencia♡
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Amira
Podía sentir la mirada expectante de Jungkook sobre mi en lo que el temblor ligero de mis manos que sostenían la carta entre ellas era cada vez más evidente. Casi de forma inmediata los latidos de mi corazón habían comenzado a aumentar su ritmo, así como la abrumadora sensación de debilidad y sensibilidad. No lograba realmente gesticular todo aquello que reprimía mi corazón, es más, no sabía realmente que debía hacer o decir en ese momento.
Durante todo este tiempo contuve con gran esfuerzo retener en mi vida diaria cualquier recuerdo o sentimiento profundo que me regresaran a mi padre, y aunque por meses me prepararé contra mi voluntad psicológicamente para su partida, aún en mi presente su recuerdo seguía pesando enormemente en mi corazón, no encontraba el camino adecuado para decir abiertamente todo aquello que no pude decir una última vez, mucho menos expresar cuanto lo extrañaba y cuanto quería solo tener un minuto frente suyo para poder abrazarlo, solo en silencio, sin decir nada más. Frente a mamá trataba de ser fuerte, porque entendía que ella aún procesaba el perder al amor de su vida, así que no quería que mi dolor fuera una carga más para ella, pero por otro lado trataba de no ahogarme en aquel sentimiento y solo seguir caminando hacia adelante y esperando a que en algún momento de mi vida pudiera hablar por horas de él sin quebrarme intensamente, porque un hecho indudable era que, pese a todo el dolor que su ausencia nos provocaba, verlo sufrir en agonía era mucho peor a que él partiera y finalmente descansara de una enfermedad que nunca debió pertenecerle, por más amor que tuviera por el hombre que me engendró, no podía pedirle que siguiera luchando contra algo que solo le hacía sentir dolor, y cuando él descansó, la angustia de mi corazón al verlo en ese sufrimiento también lo hizo.
Sabía que él debía estar pintando los cuadros mas hermosos, donde sea que esté en el otro plano de la vida, eso era un hecho, y esa idea me daba tranquilidad, una fugaz tranquilidad. Sin embargo, pese a este extraño balance entre un duelo en proceso y la convicción de seguir adelante con mi nueva vida, podía reconocer mi aguante, y este momento, leer las posibles últimas palabras de papá, no era algo que podía soportar en ningún escenario, al menos eso no lo era aún.
