Especial: Chocolate

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Me he dado cuenta que no he hecho un especial con Kei..., es el más joven de los esclavos así que tengan en cuenta que es un niño.

⚠︎ ¡Advertencias! ⚠︎

➪ ¡Diferencia de edad!

➪ ¡Escena +18!

➪ ¡Contenido inapropiado/abuso infantil!

[Amo x sirviente]

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Kei tomaba con fuerza las blancas sábanas que estaban debajo de él, la suavidad y textura de la tela eran indescriptibles, sin embargo no era momento para pensar en trivialidades, por cada escalofrío que atravesaba su cuerpo el albino soltaba un quejido que trataba de amortiguar ocultando su cara entre las almohadas, su pequeño trasero estaba levantado en aire mientras unos gruesos dedos trataban de entrar por su trasero, pequeñas lágrimas se filtraban por sus ojos mientras una ronca voz lo llamaba pero, Kei solo podia ocupar su mente la extraña sensación que lo abrumaba, sin duda dolorosa.

—¿Estás escuchando a tu amo, pequeño? — finalmente la ronca voz llegó a sus oídos.

—¡K-kei lo siente, amo!.. p-pero.. duele.. — el albino cerró con fuerza los ojos, esperando un regaño e incluso un golpe pero este nunca llegó, en su lugar una sonora carcajada hizo eco en la lujosa habitación.

—Por supuesto que es doloroso. — afirmó con una de sus manos deslizándose hacia el miembro del menor — Por eso disfrutó de tu compañía, ahora quédate quieto.

Un segundo dedo fue introducido, el cuerpo del esclavo se sacudió mientras un sonido extraño se le escapó de los labios.

—¡¡Nmaah!! ¡Agh! — el pequeño se sentia mareado, su cuerpo temblaba y estaba empapado en sudor frío.

— Falta poco, déjame oírte más — el mayor tomó al albino del brazo para girarlo.

Los alborotados cabellos del menor estaban cubriendo su frente mientras lágrimas salían de sus grandes y verdes ojos, su pequeña boca estaba roja e hinchada por presionar demasiado los dientes, la respiración agitada y un sonrojo cubriendo su blanca piel, Lord Egón se acercó a su esclavo mientras besaba su mejilla, Kei solo puedo retorcerse ante la caricia, por alguna razón está vez le resultaban desagradables.

—Lo haces mejor que tú estúpido hermano, espero que con esto aprenda la lección — una sonrisa sádica se apoderó del rostro del adulto haciendo que el corazon del albino temblará de miedo.

"¡Hermano, estoy asustado!"

Gritó internamente, rogando por qué alguno de sus hermanos viniera en su rescate, sin embargo, Kei sabía que eso no pasaría... Solo jugaba como lo hacía todos los días, jugaba a engañarse a si mismo, al igual que imaginaba su vida fuera de la mansión, una vida como un niño sin cadenas como alguna vez los vió por las calles, pero siempre sin importar el final de la historia, debía despertar y volver a su realidad, sin previo aviso un agudo dolor lo atravesó sin piedad, Kei se sacudió fuertemente mientras trataba de alejar a su amo de él, pero fue en vano, Lord Egón separaba las piernas del menor mientras su miembro estaba lentamente en su apretada entrada, el albino soltó gritos y quejidos mientras pataleaba.

—Shhh~ — emitió llamando la atención del menor. — comportate. — ordenó fríamente.

—¡¡P-por favor!! ¡Duele! ¡Duel- un sonido sordo se escuchó por toda la habitación.

Los esclavos de la señorita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora