Los esclavos de la señorita.

Capítulo XVII

Yiara miraba con emoción a su señorita, el vestido púrpura que Grey confeccionó era perfecto para hacer destacar a Yamaiko de forma positiva, la noble se observaba en el espejo con algo de asombro.

-Es más bonito de lo que pensé-Comentó la rubia.

-¡Se ve realmente hermosa!-exclamó Yiara colocando un collar de piedras preciosas en el cuello de la noble.-parece que el modista se esforzó especialmente por usted.

-Oh, ¿Que dices?-Yamaiko rió junto a su sirvienta-Gracias pero no creo que sea el caso, sólo esperó que está vez las cosas resulten bien-dijo un poco nerviosa-Ahora sé que hay nobles que no les agradará mi presencia en este evento, Alicia se ha encargado de manchar mi reputación sin que pudiera hacer algo al respecto.

-Pero será el mejor momento para demostrar que los rumores son falsos-Animó la sirvienta.

-Eso es lo que pretendo... -la noble caminó hacia la puerta de su habitación acompañada por su mucama.-Dejando eso de lado, ¿Los chicos están listos?

-Por supuesto señorita, ellos la están esperando abajo y les quité las cadenas como usted ordenó.

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Rantaro acomodaba de manera incómoda la corbata en su cuello, se sentía raro no tener cadenas y se sentía más extraño estar vestido de esa forma...

-Deja eso ya-regaño Luke.

-Es incómodo-dijo por lo bajo-¿Estará bien que nosotros acompañemos a la señorita?.

-¿Por qué no podríamos?-cuestionó-La ama nos desea a su lado, ¿Resulta malo para ti?

-¿Que rayos te pasa? Sabes que no es lo que quise decir.-costestó sintiéndose ofendido-Es un asunto de la realeza, será mal visto que la señorita sea escoltada por esclav-

-¡Esa fue su decisión!-Gritó interrumpiendo y el eco resonó por la habitación, Kei se asustó por el repentino grito escondiéndose detrás de Ukaru quién a su vez tomó la mano de Soei.-Sé que la señorita nos dará nuestra libertad... Ya ha liberado a dos de nosotros.

-Eso no te asegura nada y aún si fuera como dices-su tono de voz se volvió más frío-Ante la sociedad seguiremos siendo esclavos.

Luke apretó los dientes-¡Deja de hablar de esa manera! ¡Odio lo servil que eres!

Un gran silenció reino por varios segundos antes de que Rantaro avanzará hacia su hermano siendo detenido por Soei.

-¡¿Acaso eres el mejor para decir eso?!-Gritó en respuesta.-¡Todo lo que tuvimos que soportar solo por qué no podías hacer bien tú trabajo!

-¡¡Ya basta!!-la sombría voz de Soei resonó por encima de la de sus hermanos-Ustedes dos deben calmarse...

El repentino chirrido de la puerta alertó a todos, en la sala entro Yamaiko, su vestido algo esponjado la hacía destacar, el color violeta reafirmaba su identidad como una Egón y las joyas que llevaba puesta la hacían lucir elegante.

-¿Por qué tanto alboroto?-preguntó con un tono serio.

-Mnn.. l-lo sentimos, señorita-Ukaru se apresuró a disculparse.

-Se que no estuviste involucrado, Ukaru-La noble miró directamente a los dueños de las voces que escucho a través de los pasillos.

Un escalofrío recorrió al pelirrojo, la mirada tan seria de su maestra no le gustaba para nada, una gota de sudor se resbaló por la mejilla, sabía que lo había hecho mal.

-Lo siento... no debí alzar la voz-se sentía arrepentido de sus últimas palabras, lo que hicieron para sobrevivir y protegerse mutuamente... No debía ser algo de lo que recriminar.