Capitulo XXII

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Luke salió del estudio de Yamaiko, sus pasos eran algo rápidos, su ama tenía visita y eso le daba tiempo para pensar en lo que haría...

"¿Que debo hacer?"

Se preguntaba nerviosamente.

-¿Luke? - el oji lavanda alzó la mirada encontrándose con Soei, este último lo miraba algo preocupado. -¿Todo bien?.

-... - Se quedó un momento callado, después notó como su hermano lo miraba fijamente de arriba a bajo. -P-por supuesto, solo estoy distraído.

-Te busque en los jardines.. ¿Estabas con la ama? -la pregunta de Soei lo sorprendió un poco.

"¿Que es exactamente lo que quieres preguntar, hermano?"

-Solo estaba haciendo mi trabajo. - respondió en seco, sin embargo pudo ver cómo Soei intentaba desviar la mirada.. pero se mantenía firme a su inexpresivo rostro.

-Entiendo.. - fue lo único que dijo... O pudo decir.

Yamaiko sigue siendo la ama de todo el lugar y sobre todo de Luke, si ella quiere pasar la noche con su esclavo, ¿Quien es Soei para impedirlo?.

El oji lavanda por supuesto noto enseguida los sentimientos de su hermano mayor, "La ama no me aceptó, debería aclararlo... Tal vez no".

-¿Ibas de camino a verla también? -Preguntó Luke. -Sí es así, olvídalo.. tiene visitas ahora mismo.

-¿Visitas?

-Si, son soldados reales, al parecer quieren hacerle unas preguntas, pero no creo que fuera algo malo, de otra manera ellos la apuntarían primero con una espada. - aclaró antes de continuar caminando. -Estoy cansado, así que por lo que sea que me estuvieras buscando... Será mejor hablarlo luego, hermano.

Sin más se marchó, alejándose con algo de prisa.

Soei no sabía exactamente que pensar, amaba a Yamaiko... ella nunca le aclaró sus sentimientos... ¿O si?.. ¿tal vez lo malinterpretó?.. ¿Se aman de la misma manera?.

El peli azúl sacudió la cabeza, primero debía saber que su señorita estuviera fuera de peligro.

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Luke se detuvo un momento, el jardín siempre era un lugar tranquilo en dónde podía pensar, sin embargo... Había alguien esperándolo.

-¡Oh, hermano! ¡Llegaste! - Ukaru lo saludo alegremente.

-... Ukaru, ¿Me estabas esperando?. - preguntó extrañado.

-Si.. tenía algo que hablar contigo. - el rubio dejo su sonrisa de lado, se mostró algo distante. -Una tarde la señorita me pidió que dejara de hacer té...

Luke chasqueo la lengua, primero la ama y ahora uno de sus hermanos.

-Me pregunté por qué... y cuando Rentaro me contó lo mal que Yiara se sintió un día... Después Luy y su insistencia en un extraño olor a almendras... - hizo una pausa - Bueno... Hermano, ambos sabemos que el laurel de cerezo es una de tus plantas favoritas.

-Bien, hermanito si tienes algo que decirme, dímelo directamente. - el tono frío de Luke provocó escalofríos en Ukaru.

-N-no es lo que creo ¿Verdad?, ¿Después de todo por qué harías algo así?... - el menor intento esconder su angustia, bajo la mirada intentando convencerse de que sus acciones eran una tontería.

"Luke... Tú no.. tu no te atreverías a dañar a nadie, ¿Cierto?"

-Intenté envenenarla. - el viento soltó una brisa fría, el silencio parecía hacer eco, en la cabeza de Ukaru solo había preguntas. - ¿Lo olvidaste, Ukaru? ¿Cómo aquellos sirvientes nos hacían la vida más imposible?.

Los esclavos de la señorita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora