Capítulo XXI

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Ciro caminaba lentamente por los pasillos del castillo Edevane, miraba con aburrimiento a un punto inexacto mientras trataba de ignorar al mayordomo a su lado.

-Entonces si la señorita Alicia quiere un té, recuerda que solo debes añadir sólo un poco de... ¿Estás escuchando? - Preguntó al notar la mirada perdida del nuevo sirviente.

Ciro volteó a ver al mayordomo con una sonrisa nerviosa. -Si, si claro, solo estoy un poco abrumado, son tantas cosas que aprender.

-Tranquilo, aprenderás todo poco a poco. - El hombre mayor colocó su mano en el hombro del ojigris.

El joven sirviente sonrió, sin embargo por dentro se estaba impacientando, quería moverse libremente por el castillo sin que alguien lo estuviera vigilando, pero al parecer debía esperar un poco más antes de hacer un movimiento.

El mayordomo mayor le enseña modales de servidumbre, como colocar las cosas y en qué orden, Ciro prestaba únicamente atención a lo que le parecía útil, cosas cómo los gustos de Lady Alicia.

Mientras colocaba los platos en un gran comedor miró como una sirvienta pasaba a su lado.

-La cuchara siempre va a la derecha... - ella le susurro a un lado - y el cuchillo con filo mirando al plato.

Ciro acomodó los cubiertos como ella le había instruido. - Gracias, es complicado aprender el orden.

La sirvienta sonrió -Nos paso a todos.

El varón miró el largo cabello de la joven, su color verde nilo era muy bello, recordó las órdenes que se le habían dado, buscar a dos hermanos de cabello verde.

-Soy Ciro - Sonrió con amabilidad.

-Mi nombre es Ari. - ella contestó.

El oji gris supo que tal vez podría tener una oportunidad de sacar algo de información.

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Luke miraba con interés las flores creciendo en el jardín, en sus manos sostenía una pequeña planta, se preguntaba por qué Yiara no seguía bebiendo el té...

-Acaso... ¿Ya lo sabe? - susurró con algo de temor...

Hacia varias semanas que notó que su hermano Ukaru preparaba un té para Yiara, a menudo lo dejaba reposar en la cocina mientras tomaba su descanso, esa.. era una oportunidad que no podía desaprovechar...

Pero ahora podía notar como Yiara era igual de energética que antes, ya no mostraba cansancio... Parece que se dió cuenta o tal vez...

Luke sacudió la cabeza, eso no importaba realmente, no único importante es que ya no podía deshacerse de ella... Al menos no de esa manera.

Un ruido lo saco de sus pensamientos, se levantó y miró a lo lejos, Rantaro caminaba junto con Yamaiko ella reía un poco y su hermano parecía feliz de estar con ella.

Luke no pudo evitar sentirse un poco celoso..., él se sentía a salvo con la señorita, ella era diferente a los demás nobles y eso le convenía por qué era buena con todos ellos... El sabía que Yiara era cercana a su ama, eso no le agradaba...

Se marchó del jardín con una leve idea y sus pensamientos enredándolo.

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Yamaiko termino una tranquila caminata con Rentaro, hablar con el pelirrojo la distraía lo suficiente... Sin embargo, no podía evitar sentirse ansiosa, el futuro la desconcertaba, sabía que no debía pensar el eso pero a veces no podía evitarlo.

Los esclavos de la señorita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora