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"¡En serio no me puedo creer que te enfades por esto, Fourth!" Gemini exclamó en el aire, siguiendo muy de cerca al pelinegro, quién bufó exasperado ante lo insistente que resultaba ser su hermano.

"¡Oh por supuesto que tú no puedes!" Fourth negó con la cabeza, limpiando con un trapo levemente húmedo la isla de la cocina. "Tu cerebro es tan patéticamente pequeño que ni siquiera es capaz de entender la razón por la que me molesto."

"Lo entiendo, ¡créeme que lo hago! Pero no puedo creerlo." El azabache se cruzó de brazos. "Sólo dije que estaba bien, ¡fue un juego tonto de niños!"

"¿Un juego tonto?" Fourth se giró para mirarlo con ambas cejas en alto. "Un juego es cuando ambos niños participan, no cuando uno de ellos (en éste caso tu hermano pequeño) sale con la nariz casi rota."

"De acuerdo, ¡fui un idiota! Pero, ¿qué esperabas que hiciese? Ella era demasiado guapa para ser estricto."

El pelinegro rodó los ojos, parando todas sus acciones para mirarlo con seriedad. "Ese es el problema. Nada debe importar para ser demasiado estricto cuando se trata de tus hermanos." Fourth rió falsamente volviendo a negar con la cabeza. "Error mío, de todos modos, por pensar que siquiera ibas a sacar la cara por Ford."

"Huh, ¿y por qué no iba a hacerlo?"

"No lo hiciste, después de todo. Pero, ¿acaso importa? Estoy tratando con éste estúpido niño que dice ser un buen hermano, al mismo tiempo que dice que el dinero es mucho más importante que la familia. Y ni siquiera es capaz de poner sus supuestas prioridades por delante de cualquier chica guapa."

"Pero lo importante es que Ford esté bien, ¿cierto? Y de hecho, él lo está." El mayor parecía impasible frente a Fourth, quién se desesperaba a casa segundo, porque la ignorancia de Gemini era frustrante.

"Claro, es lo importante. Pero, ¿y si no hubiese sido así? Y si ese niño realmente hubiese quebrado la nariz de Ford, ¿qué hubiera pasado con el intento de hermano mayor?"

"Ah... Eres tan dramático, Fourth."

El pelinegro sintió su sangre arder en sus venas, y el músculo en su mandíbula comenzar a palpitar.

"¡¿Dramático?!"

"Muy dramático, en realidad."

"Bien..." Fourth tomó una respiración profunda para no entrar en un estado de locura. "Cuando yo tenía siete años, un estúpido vino y pisó mi brazo. Mi querídisimo hermano mayor lo vio y no hizo absolutamente nada, era mucho más importante reírse de mí. No pensó que podía ser grave la forma en la que mi codo estuvo por salirse, pero aún así yo tuve que estar un jodido mes con el brazo enyesado." Lo miró profundamente. "¿Reconoces esa maldita historia, Gemini?"

El azabache suspiró, pero tuvo que asentir de todos modos, porque claramente la conocia. Él era el hermano estúpido después de todo.

"Lo hago..." Inhaló. "Pero deberías de estar orgulloso de que a ti no te dejé por una chica guapa."

Fourth hizo una mueca de resignación. "Honestamente, hubiese preferido eso a que te estuviéses riendo de mi como si te importase una mierda. Aunque tampoco podía esperar mucho, después de todo así era en realidad."

Cuando Fourth hizo el amago de salir por la puerta, soltando el paño húmedo en el lavamanos y pasando a Gemini, éste se colocó en mitad de la puerta, impidiéndole el paso.

"Aparta." musitó, entrecerrando los ojos.

"No. Fourth, quiero que me escuches."

El pelinegro respiró hondo. "He oído suficiente de ti durante todo este tiempo, Gemini. No hay nada más que yo quiera o necesite escuchar."

"Claro que lo hay." Gemini insistió, poniendo una mano en el hombro del menor cuando éste intentó escapar. "Sé que no me crees una mierda, pero si te dije que voy a ser un mejor hermano, es porque voy a hacerlo."

"No me sirven palabras, Gemini. Ya he oído demasiadas con el paso de los años. Dame hechos, y recibirás confianza. Mientras tanto, no me pidas nada."

Gemini asintió, pues lo veía tremendamente justo. "Eso haré, no te preocupes por ello. Ni un millón de Jane van a poder interponerse entre yo y mis hermanos, lo prometo."

El azabache alzó su puño en el aire y Fourth lo miró con el ceño fruncido.

"Me parece perfecto, pero, ¿quién demonios es Jane?"

"La chica del parque." Gemini respondió.

"Ah... Por supuesto, sabes su nombre."

"Y su número, me lo dio luego de que corrieses con Ford y Neo. La pobre se pensó que eras mi novio."

Fourth sintió sus mejillas arder furiosamente, como en ocasiones recientes ocurría. "¡¿Q-Qué?!"

"Eso... Pensó que éramos una pareja, menos mal que no creyó que Ford y Neo eran nuestros hijos, porque ya eso sería demasiado cómico." soltó una carcajada el mayor. "Hey, ¿por qué esa cara?"

"Que alguien creyese que somos una pareja es lo más ofensivo que han podido pensar a cerca de mí nunca..."

Gemini frunció el ceño. "Aow, ¿y eso por qué? Si se puede saber."

"¡Porque eres Gemini! Y eres mi hermano, claro."

"Una vez más, yo ya sé eso. Pero ¿cuál es el problema en ello?"

"Bueno, que eres horrible." Sin tapujos ni tartamudeos, Fourth lo dijo, dejando su filtro a un lado.

"Oh, disculpa, ¿Estás llamándome feo?"

El pelinegro negó. "Feo no, bastardo sí." ante la mirada fulminante del mayor, Fourth bufó. "No esperes que diga algo bueno, porque si bien no eres feo, tu personalidad es un asco. Ni siquiera entiendo qué es lo que habita en la cabeza de esa niña como para pensar que estábamos saliendo. Iugh." Hizo sonido de arcadas, y eso fue el detonante necesario para que Gemini explotará definitivamente.

"¿Así que eso piensas de mí, no? ¿Te doy asco? ¿Te parece repulsivo la sola jodida idea de estar cerca de mí?"

"Pues, honestamente, sí... Quizás he exagerado un poco lo de vomitar, pero por todo lo demás, sí." Fourth se encogió de hombros.

"Exagerado un poco... Por supuesto." El azabache negó sarcásticamente y dejando salir una pequeña risa llena de ironía, tensando la mandíbula. "Bueno, si no has llegado hasta el punto de querer vomitar, te ayudaré a que lo hagas entonces."

Fourth lo miró extrañado. "¿De qué hablas?"

El menor de ambos entrecerró los ojos, confundido por las palabras de su hermano mayor, pero antes incluso de que pudiese ser resuelta su duda, el azabache estampó su espalda contra la puerta de la cocina. Fourth jadeó ante el impacto de su parte trasera, pero el sonido que emitió fue silenciado al momento en que unos labios se presionaron contra los suyos. Sus ojos se abrieron inmensamente, y el aire en sus pulmones lo abandonó.

Gemini movió los labios sobre los del pelinegro, forzando su lengua a entrar en la cavidad ajena y explorándola con brusquedad. Estaba enfadado por las palabras de Fourth, por la forma en la que se había referido a él, y jodidamente, estaba demostrándoselo.

Se separó con un fuerte chasquido, mirando al menor a los ojos chispeantes.

"Ahí lo tienes, tu jodido y repulsivo hermano te acaba de besar, puedes vomitar hasta sentirte vacío, hermanito." Le sonrió falsamente y salió del lugar, dejándolo ahí, confuso y con los labios hinchados.

LionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora