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Cuando Gemini transportó, secó y vistió a ambos de sus hermanos pequeños, se encontró nuevamente con Fourth en el baño.

"¿Necesitas que te ayude?" Cuestionó, cruzándose de brazos y analizando cada acción del pelinegro.

"No, gracias por tu falso interés, pero he estado haciendo esto solo por más de cuatro años y no necesito tu ayuda ahora." Fourth lo miró, sus cejas alzándose y casi uniéndose en el centro de su frente, luego ladeó la cabeza y murmuró con sarcasmo: "Phi"

Gemini no pudo evitar la sonrisa que cruzó por sus labios, apoyándose contra el umbral de la puerta, todavía admirando como Fourth se inclinaba en su espalda para eliminar todo rastro del agua en el suelo. No era un estusiasta de observar a otros hombres ni por asomo, pero había algo en su hermano menor que se le hacía irresistiblemente divertido. Tal vez era su personalidad explosiva que poseía, tal vez su negación ante su persona, o el simple hecho de que de algún modo eran familia. Quizás todo se debía a que Fourth era lindo y lo odiaba sumamente, pero no había algo que le impidiese el mirarlo cuando se encontraba de espaldas a él.

"Sabes, mocoso... No está mal de vez en cuando aceptar la ayuda de otros." Mencionó el mayor de ambos, por lo que Fourth se giró para encararlo.

"Sé eso perfectamente, Gemini. Pero no necesito específicamente tu ayuda, ni nada en general de ti."

Gemini dejó escapar un suspiro. Cuando se metió en toda esta basura, supo que el pelinegro iba a ser su principal y único dolor de cabeza. Dio dos pasos en dirección al menor y se posicionó detrás suya, justo cuando volvió a su labor de secar el suelo.

"Escucha, sé que he sido un idiota todo este tiempo..." se mordió la lengua para decir algo malo, porque arrepentirse era caer demasiado bajo frente a Fourth, pero era lo único que quizás lo ablandaría. "Pero cuando te dije de que iba a cambiar, a ser un mejor hermano, hablaba en serio."

Él se giró de nuevo. "Me parece perfecto." Fourth aceptó aquello, asintiendo con su cabeza. "Pero yo también hablaba en serio cuando dije que para obtener mi confianza ibas a tener que borrar toda la mierda que me habías hecho. Y, ¿adivina qué? Aún no has eliminado ni el uno por ciento"

"Vamos..." el azabache bufó. "¿No podemos simplemente empezar de nuevo?"

Fourth chasqueó la lengua. "Ponte en mi jodido lugar, Gemini. Después de que tu vida fuese una mierda, andando de casa en casa, hasta que por fin encajo en una donde mis padres te quieren. Al fin cuentas con una jodida familia... Pero tienes un hermano idiota que no me acepta y fastidia mi existencia de cualquier forma que él encuentre." Lo miró por unos segundos, entrecerrando los ojos. "¿Empezarías de nuevo con esa persona, realmente?"

Bien... Gemini podía admitirlo. Había sido un capullo con Fourth, no era algo que estuviese oculto de todas formas, casi todo el vecindario había sido el público perfecto para las gamberradas que Gemini le realizaba al recién llegado a la familia Vachirawit ... Pero era un niño celoso, completamente marcado por la absurda sonrisa de Fourth, que brillaba tanto y era tan extraña... Todos adoraban a su nuevo hermano, pero él simplemente no terminaba de cogerle el chiste al niño nuevo en casa.

"Bueno, si eso facilitaría las cosas, entonces sí."

"Ese es el problema." El castaño tomó una de las toallas entre sus manos, irguiéndose y poniéndose derecho frente a Gemini. "Yo no planeo ponerte las cosas fáciles, Gemini."

Fourth se marchó, dejando al pelinegro en el baño, rodeado de un montón de toallas y con un cacao mental interminable, acechándolo. Chasqueó la lengua y suspiró.

Si su hermano no le iba a poner las cosas fáciles... Él tampoco lo haría. Si Fourth pensaba que confiar en él sería difícil, iba a hacerlo lo más fácil posible.

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