Lion

18

Ford corrió hasta la puerta para abrir, emocionado por recibir a quién sea que fuese la persona ahí afuera. Gemini soltó bruscamente al pelinegro entre sus brazos, siendo lo suficientemente rápido como para atraparlo antes de que su trasero golpease en el frío suelo.

Fourth se separó abruptamente del mayor, como si éste ardiese en fuego, acelerando su paso con pies descalzos hasta el inicio de las escaleras, dejando atrás a un confundido Gemini. Vio a Ohm en el umbral de su puerta, y una gran sonrisa se instaló en sus labios.

"¡Ohm!" Él gritó, corriendo escaleras abajo y saltando sobre el musculoso cuerpo de su gran amigo.

"¡FotFot!" Ohm lo abrazó con fuerza. "¿Cómo te encuentras?"

Gemini torció el gesto cuando lo vio, su rostro convirtiéndose en una horrible mueca arrugada. No tenía nada en contra de aquel tipo que aparentemente era un gran amigo de su hermano menor, pero tampoco es que fuese su mayor fan.

Pero aún así, el pelinegro seguía sin borrar su sonrisa, y eso quizás sí que lo ponía un poco nervioso e incómodo.

"Estoy mejor, en realidad. Sólo tengo un poco de dolor en mi garganta, pero nada que no se vaya a ir con el paso de los días." afirmó Fourth, aún manteniendo sus brazos en el otro muchacho.

El azabache juraba que si seguía observando la escena (estuviese a la distancia que estuviese) iba a ponerse enfermo, pero no podía simplemente apartar sus ojos de ahí. La forma en la que Fourth se sentía tan cómodo, contento y feliz ante la presencia del otro hombre, y a él simplemente lo alejaba como si tuviese la peste.

Ambos muchachos se acercaron a la sala principal, sentándose en el sofá. Winny gateó cerca, rozando la pierna de Ohm con el único objetivo de llamar su atención.

(Eso siempre pasaba, cada vez que Ohm iba a casa de los Vachirawit, el más pequeño se las apañaba maravillosamente bien para tener la absoluta y completa atención del muchacho).

"Hey, pero mira a quién tenemos aquí." Una vez más, el bebé obtuvo su cometido, siendo alzado entre los brazos del amigo de su hermano. "Mi Vachirawit favorito"

Fourth hizo un mohín. "¿No era ese yo?" Pestañeando adorablemente, murmuró.

Ohm rió.

"Sabes que no puedo resistirme a este precioso bebé. Es superior a mí"

"Winny tiene ese efecto."

"Lo sé. Es muy bonito para ser un bebé."

Fourth lo miró sin entender. "¿Qué tiene que ver eso?"

"Oh, bueno, ya sabes. Los bebés suelen ser pequeños, feos y arrugados. Más que seres humanos parecen Dumblings."

El pelinegro no pudo siquiera evitar la carcajada que resurgió desde su garganta seca, dificultándole mínimamente la respiración y haciéndole ahogarse con su propia saliva, tosiendo violentamente.

Eso alarmó a Gemini, quién bajó las escaleras con una velocidad digna de Flash y corrió hasta la cocina.

Ohm golpeó la espalda de Fourth un par de veces, hasta que vio al azabache acercarse a ellos con una botella de agua que le entregó a su amigo.

El pelinegro tomó agua, recuperándose de su pequeño pero preocupante ataque de tos.

"Mierda, Fourth. ¿Estás bien?" Ohm masajeó suavemente la espalda del pelinegro.

Sin decir nada, Gemini desapareció de nuevo.

"Sí... tranquilo." Fourth suspiró, carraspeando un poco y colocándole el tapón a su botella, dejándolo justo encima de la mesa frente a ellos. "De todas formas, eso que decías de los bebés... Winny es muy lindo, y, mamá tiene fotos de Ford, él era adorable."

"No te digo que no, pero tú ya sabes, Winny siempre va a ser mi favorito por encima de todos." Mencionó, jugueteando con las pequeñas manitas del bebé y escuchando sus risas. "¿Lo ves? Me ama."

Fourth rodó los ojos, pero también rió. "A veces pienso que estás enamorado de mi hermano pequeño."

"Lo estoy. Cuando él sea mayor, nos vamos a casar. Verdad que sí, ¿bebé?" le habló al más pequeño de todos, quién lo miró por unos segundos sin entender absolutamente nada, echándose a reír cuando Ohm picó su regordeta mejilla. "Pues eso, que vamos a casarnos."

El azabache regresó a la sala, con un par de zapatillas en su mano y el rostro como una piedra, sin aparentemente alguna expresión. Dejó las zapatillas en el suelo, frente a Fourth y girándose nuevamente para marcharse.

"Gemini." su hermano lo llamó, él se giró para observarlo, así que Fourth le dio una muy pequeña sonrisa. "Gracias."

Asintió, pero cuando volvió a reanudar su camino, sonrió. Estaba progresando.

Visualizando que ya no hubiese rastro del azabache, Ohm atacó a Fourth con miradas cómplices.

"Hey... ¿Por qué me estás mirando así? Es un poco creepy..." Se quejó Fourth, colocándose sus zapatillas. Él realmente había apreciado ambos detalles de su hermano mayor, aunque jamás lo dijese en voz alta.

"Ustedes realmente no son nada, ¿cierto?"

"Somos hermanos." Respondió, como si realmente esa fuese la respuesta correcta. Aunque en realidad no lo era. Al menos, no la que Ohm quería escuchar.

"Hermanastros." Corrigió el más bajo. "Y tú sabes a lo que me refiero."

"En realidad no."

Ohm suspiró. "Siempre han actuado muy raro cerca del otro. Por ejemplo, Gem. Él siempre te ha molestado, pero se ha encargado de que nadie más lo haga, exceptuando algunas veces. Eso es desconcertante."

Fourth se encogió de hombros.

"Para mi no. Quiero decir... Él siempre ha sido así, lo conocí siendo de esa forma, por lo que es un poco difícil para mí observarlo en un ojo externo."

"Ya, imagino eso. Pero, ¿quieres saber eso? Yo siempre pensé que ustedes dos iban a acabar juntos."

El pelinegro rió de nuevo, su cara exagerando las reacciones. Estaba tan harto de escuchar eso... pero nunca perdía la diversión de la primera vez. Porque realmente esa suposición era, muy, muy absurda.

"¡Por el amor de Dios, Ohm! Gemini es egocéntrico, hipócrita y me ha tratado como una mierda durante los últimos años. Aunque él cambiase por completo, eso no significaría nada para mí. Soy una persona rencorosa, tómalo como un defecto o como una virtud, pero no olvido ni perdono tan fácil."

Ohm colocó sus manos frente a su cuerpo. "No quieras volar antes de correr, Fourth; no te precipites. Del odio al amor hay un sólo paso." El pelinegro chasqueó la lengua, rodando los ojos.

"Pero en ese jodido paso que tengo que dar hay un horrible charco de barro, y yo llevo mis botas favoritas, Ohm. Así que no."

Ohm asintió lentamente, dando la conversación como perdida, pero no terminando de creerla al cien por cien. Después de todo, Gemini solía decir lo mismo de Fourth, pero eso al final no significa nada. Porque todo el mundo a su alrededor podían ver la poca credibilidad en sus palabras. Gemini no miraba a Fourth de una forma en la que supuestamente, los hermanos debiesen de mirarse jamás.