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Fourth comenzó a comer en silencio, rodeado por sus hermanos y limpiando las comisuras de Ford cada vez que éste ingería algún alimento. Cada dos segundos, le dedicaba una mirada de pura desconfianza al mayor, observando como éste limpiaba algunos platos de la noche anterior y los secaba. De vez en cuando, se quedaba prendido en la espalda del pelinegro, no perdiéndose el detalle de cómo los músculos de sus brazos se flexionaban bajo la camiseta en el momento en que pasaba el trapo por los cubiertos mojados.

Mentalmente, él tenía que fastidiarse muy a menudo, porque su hermanastro era bastante lindo. Y lo admitiría sin problemas si no fuese un cínico y estúpido.

"Si sigues así, él va a ser tu desayuno, Fourth" JJ murmuró a su lado, lo suficientemente bajo como para que sólo el castaño lo pudiese escuchar, pero con el tono necesario para que Fourth comenzase a toser violentamente, el rojo pintando sus mejillas rápidamente.

Su ataque de tos repentino captó la atención de todo el mundo, desde los más pequeños hasta el pelinegro, quién dejó el vaso en su lugar para girarse y observarlo.

"¿Estás bien?" le preguntó con el ceño fruncido, Fourth asintió sin decir nada —porque aún seguía tosiendo como un condenado, claro—, sintiendo los golpecitos de JJ en su espalda.

Lo miró con mala cara, fulminando al peliazul con la mirada cuando se recuperó un poco, y éste todo lo que pudo hacer fue reír silenciosamente. "Lo siento" volvió a susurrar. "Sólo me aseguraba de que no fueses demasiado obvio para el resto. Prácticamente te lo estabas comiendo."

Fourth tragó la comida en su boca aún con la mirada pesada sobre el gemelo más comprensivo. Aunque claro, ahora JJ estaba peligrando en la línea de amigo-enemigo, porque por sus comentarios estúpidos casi pierde su penosa vida.

"Yo no me comía a nadie, idiota"

"Claro, claro..." El peliazul sonrió, volviendo la vista a su comida y permaneciendo en silencio. Fourth era una persona tozuda, aunque bastante simpática, pero era muy difícil que él entrase en razón o que simplemente reconociese las cosas.

El silencio abordó el lugar, el cual era invadido únicamente por el sonido de cubiertos chocando entre sí, Gemini moviéndose por la cocina, y los suaves balbuceos de Winny.

Hasta que AJ habló y la bomba estalló.

"Satang, ¿por qué no dejas de hacer ruido mientras comes? Pareces un cerdo." farfulló, y Fourth frunció el ceño, porque no había ningún sonido escapando de la boca del castaño.

Satang lo miró por unos segundos, su cara de póker analizando mientras lentamente masticaba. Tragó y carraspeó, preparándose física y mentalmente para lo que estaba a punto de salir de su boca.

"Y, ¿tú por qué no te vas a la mierda?" musitó, ladeando la cabeza.

El tenedor que alguien estaba por llevarse a la boca, cayó, chocándose estrepitosamente contra la mesa. Todos los presentes observaron perplejos a Satang, bocas y ojos completamente abiertos ante lo ocurrido.

AJ hizo muecas extrañas con su boca, cerrándola y abriéndola, sus ojos achicándose mientras un tic invadía el izquierdo. "¿Qué demonios me dijiste?"

"¿Encima eres sordo?" Satang suspiró. "Olvida lo que dije, no te vayas a la mierda, mejor dirígete a un otorrino, va a ser más práctico."

Gemini silbó en sorpresa, encaminándose a la trona de Winny, para darle el biberón que le correspondía y que especialmente él mismo había preparado.. El bebé lo tomó feliz, dejando escapar una pequeña risita de satisfacció, y ajeno a todos, comenzó a tomar su desayuno.

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