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Los Vachirawit y Ohm miraron hacia la puerta que acababa de ser cerrada, con el ceño fruncido. Satang, aclarándose la garganta, fue el primero en preguntar.

"¿Qué pasó?"

"Alguien se fue..." Respondió el más alto de los hermanos, con sus ojos entrecerrados y fijos en la puerta.

"¿Quién?"

La respuesta llegó con un sentimiento amargo detrás. "Gemini"

Suspirando, JJ echó el pequeño cuerpo de Ford suavemente hacia atrás, hasta dejarlo casi sentado en el sofá junto a Ohm y Fourth. Él, se encaminó a la puerta.

"Hey, ¿a dónde vas JJ?" Escuchó que Fourth le preguntaba desde el sofá. Se giró, mirándolo por unos segundos antes de tomar el picaporte de la puerta y abrirla.

"Voy a buscarlo, es tan imbécil que puede ser capaz de hacer cualquier cosa."

El pelinegro asintió con una mueca disconforme (pero preocupada igualmente) y finalmente JJ salió al exterior de la casa, buscando con sus ojos atentos algún rastro de su hermano mayor. Caminó hasta la acera y buscó en el horizonte, encontrando una cabellera negra andando a una velocidad en absoluto moderada en la calle de enfrente.

Fue entonces cuando el debate mental comenzó, pero duró tan poco que JJ lo tuvo claro en cuanto la duda se hizo presente ¿Ir por Gemini –un traidor de mierda que resultaba ser su hermano-, o quedarse en casa con sus hermanos no traidores? Y, por muy atractiva que fuese la segunda idea, él se había criado junto a dos niños de corazones humildes y generosos, como lo eran Fourth y Satang, así que se decantó por la primera opción.

Corrió por la avenida hasta que llegó a la calle en la que vio a Gemini caminar al estilo Flash, encontrándolo nuevamente a un par de metros lejano a él. Siguió corriendo lo máximo posible, hasta que fue consciente de que, por muy buena condición física que tuviese, sus pulmones no eran precisamente tanques de oxígeno.

"¡Gemini!" gritó, siendo oído probablemente por toda la población tailandesa, pero no por su hermano mayor. "¡Gemini Vachirawit !"

Ahora sí. El azabache se giró, frunciendo el ceño al verlo a tan sólo unos metros, pero eso no le detuvo a caminar, es más, anduvo más rápido incluso.

"¡Eh, idiota, párate!" exclamó nuevamente JJ. "¡Recuerda que no todos tenemos piernas de flamenco como tú, mis piernas son cortitas!"

Suspirando, Gemini decidió bajar el ritmo, y de hecho, pararse tal y como su hermano le había dicho. "¿Qué quieres?"

Respirando de forma entrecortada, JJ llegó a su lado.

"Espérate... No es fácil hablar luego de correr como Usain Bolt para perseguir al idiota de tu hermano"

"¿Qué quieres?" volvió a preguntar, un deje de irritación en su voz.

JJ levantó la cabeza para fulminarlo con la mirada, sus ojos entrecerrados hacia el mayor.

"Tienes tanta paciencia como neuronas por lo que veo." Gemini bufó. "¿Por qué te has marchado así de casa?"

"Quería que me diese el aire" Gemini no miró en su dirección cuando respondió, su vista únicamente fija en el cielo sobre ellos.

"Ya, ¿y te querías llevar la puerta como acompañante o...?"

"JJ, ¿por qué estás aquí exactamente?"

"Ya te lo he dicho. Me preocupé por ti y vine a ver qué te pasaba."

Gemini ladeó la cabeza. "¿Te preocupaste por mí después de toda la mierda que pasó?" El peliazul asintió.

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