13

36 7 0
                                    

En todo el camino de vuelta a casa, Ford no se separó de AJ ni un sólo palmo, aferrándose a él como si su vida dependiese de ello. Cada vez que Gemini se acercaba a él, con la clara intención de tomar una de sus manos, él agarraba con ambas de las suyas una de las de AJ para no darle acceso al azabache.

Fourth claramente podía adivinar que eso era porque Ford sentía cierta desconfianza por el mayor ante lo que había ocurrido.

Cuando finalmente llegaron al hogar de los Vachirawit, Fourth suspiró pesadamente, despojándose de su chaqueta (porque para estar en verano hacía un clima terrible) y dejándola en el perchero del pasillo.

"¡AJ!" El de mejillas gorditas le dijo al mencionado, cuando éste le miró, sonrió enormemente. "¿Hacemos un castillo?"

El mayor, que no quería verlo triste nuevamente, se mordisqueó el labio y suspiró, terminando por asentir. "Claro, ¿por qué no?"

Ford, completamente feliz ante aquella respuesta, dio un par de saltitos y se colgó de la pierna del más alto, quién tuvo que alzarlo en brazos para subir las escaleras.

Fourth observó como JJ y Satang jugaban con los dos niños restantes, el peliazul alzando a Winny por los aires, escuchando sus tiernas carcajadas. No pudo evitar sonreír ante la imagen, y bufó terriblemente cuando sus ojos se encontraron con los de Gemini, rodándolos y girándose inmediatamente para subir las escaleras y poder cambiarse de ropa.

Cuando cerró la puerta detrás de su habitación detrás de su espalda, no fue consciente del pie colocándose en medio y evitando el cierre. Se despojó de su camiseta, y al momento de girarse sobre sus talones para caminar hasta el armario, casi sufre un paro cardíaco.

Gemini estaba frente a él, con el rostro contraído por el arrepentimiento y los hombros caídos. Fourth frunció el ceño, tapándose el torso con la camiseta.

"¡¿Qué narices haces aquí?!"

"Yo... Quería hablar."

El pelinegro entrecerró los ojos. "Pues puedes marcharte por dónde has venido, porque yo no."

"Fourth, por favor..." susurró.

"Gemini, adiós." Espetó, señalándole la puerta.

Pero ahí seguía el azabache, de pie justo frente a él.

"Por favor" volvió a susurrar.

Fourth apretó la mandíbula. "Si no te vas juro que-"

"Sólo quiero disculparme, Fourth." se apresuró a hablar.

El pelinegro rodó los ojos, un poco cansado de esas estúpidas situaciones que al final no solucionaban nada, porque algo mucho peor que lo anterior acababa sucediendo y... Francamente, eran para nada. Gemini siempre la cagaba y no tenía sentido el siquiera intentarlo de nuevo. No con alguien como él.

Gemini se relamió los labios nerviosamente, dando un paso hacia delante para estar más cerca del menor.

"¿Y por qué vienes a mí?" Ladeó la cabeza. "No sirve de nada que me pidas perdón, no es a mí a quién has decepcionado. Otra vez..." mordiéndose la comisura izquierda, Fourth negó. Seguía sin entrarle en la cabeza cómo es que Gemini había descuidado a Ford de esa forma.

El azabache asintió, teniendo muy claro aquello. "Lo sé, pero Ford no quiere hablarme."

"¿Acaso te sientes extraño por ello?" Fourth frunció el ceño. "De todas formas, ¿qué te hace pensar que yo sí voy a querer hacerlo? Después de todo, soy el único que no tenía esperanzas en ti. Y estaba completamente en lo cierto por ello."

"No seas así..."

Fourth se carcajeó de forma irónica, apartandándose del azabache y tomando la larga camiseta de su pijama, colocándosela.

"¿Qué no? Mira, Gemini. He soportado que defendieses antes a esa chica que a tu propio hermano cuando él resultó herido, que lo obligases a perdonar al niño que casi parte su nariz. Pero de ningún modo creas que voy perdonar esta mierda que acabas de hacer. Si querías sostener la mano de Jane, perfecto. Pero no olvides que en esa jodida mano tenías a tu hermano pequeño."

Gemini suspiró, a sabiendas de que una reprimenda como ésta le era merecida en absoluto. Tampoco tenía claro en qué estaba pensando cuando decidió que era una buena idea soltar a Ford para tomar la mano de Jane.

Fourth estaba muy enfadado por ello, era evidente, pero la sóla idea de pensar que el enfado real de Fourth se debía a ella, lo hizo sonreír.

"¿Estás celoso de Jane?"

Los ojos del pelinegro brillaron momentáneamente con una pizca de decepción.

"¿Cómo podría estarlo?" preguntó, su voz haciéndose más pequeña en cada palabra. "Sientes celos cuando quieres a una persona, ¿realmente piensas que puedo sentir algo bueno por ti después de todo?"

"¿No lo haces?"

"En absoluto. ¿Sabes? En algún punto, cuando prometiste que ibas a sorprenderme, pensé que podía hacerlo. Pero me demostraste que confiar en ti no tiene salida... Es absurdo, siempre terminas decepcionándome aún más. No podría sentir algo bueno por ti aunque lo intentase desde lo más profundo de mi corazón."

Gemini lo miró con ojos vacíos. Aquello, de algún modo lo había afectado, tocando partes sensibles que ni él mismo sabía que tenía.

"Pero somos hermanos..." susurró.

"Hermanastros, y ni eso puede hacerme cambiar. Hasta ahí llega mi nivel de decepción." El pelinegro se relamió los labios. "Supongo que por mucho que piense que vas a cambiar, al final nunca vas a hacerlo."

El mayor dio dos pasos hacia adelante, de nuevo acercándose a Fourth.

"Fourth, voy a cambiar, lo prometo." aseguró, colocando sus manos en los hombros del contrario.

Fourth le dio una sonrisa vaga y áspera. "Lo siento, pero a estas alturas, he oído tantas de tus promesas... Que no puedo creerte, porque sé que luego vas a hacer algo que termine jodiéndolo todo. No quiero que mis hermanos sean víctimas de tus supuestos cambios. Vas a decepcionarnos a todos si sigues así."

Gemini sabía que aquello no era más que la pura verdad. A pesar de su relación con Fourth, de su comportamiento detestable con él, éste le había dado un sinfin de oportunidades, tanto en el pasado como ahora. Y él las había desperdiciado todas y cada una de ellas. Pero simplemente no podía rendirse ahora, quería lograr su objetivo después de todo.

"Ésta vez no será así, te juro que no."

"Son palabras vacías, Gemini. Prefieres el dinero antes que la familia, ¿cómo puedes pensar que voy a creerte?"

"No sé cómo... Sólo déjame intentarlo, ¿si?"

Fourth negó, lentamente. "Es suficiente para mí. Inténtalo con ellos, pero no los dañes. Conmigo no tienes oportunidad, pero con ellos tienes la última. No la desperdícies, pueden terminar confiando en ti."

"Voy a conseguirlo, Fourth." El azabache susurró, subiendo sus manos por el rostro del menor y acariciando suavemente con su pulgar el rechoncho labio inferior. "Su confianza y la tuya, te prometo que sí."

"No prometas en vano." Fourth habló un poco ido, evitando que sus ojos se cerrasen ante la repentina cercanía de Gemini, el cual había puesto sus rostros demasiado cerca. Se relamió los labios y observó los oscuros ojos que lo admiraban.

"No es lo que estoy haciendo." murmuró, paseando sus labios por la mejilla de Fourth y dejando un pequeño beso allí. "Ésta vez en serio voy a hacerlo. Vas a verlo hermanito..."

LionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora