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Girándose en su cama (porque ya habían vuelto cada uno a sus respectivas habitaciones –con Satang durmiendo en la cama junto a él ahora-) el pelinegro percibió el delicioso olor a tortitas, relamiéndose los labios aún en su sueño. Trató de adoptar una posición lo suficientemente cómoda para dormir, pero creía que la había encontrado, alguien picó suavemente su mejilla.

Se quejó arrugando la nariz. "Hmm"

"Despierta, Fourth..." escuchó una voz, que conocía perfectamente además. Gruñó bajito.

"Un ratito más..." imploró, abrazando la almohada junto a él y apretándola contra su rostro. Enterró la cara en la dicha y hizo el intento de dormir, y –de nuevo- la persona terriblemente pesada a su lado, le quitó las mantas de encima. "Ehhhh" se quejó, abriendo medianamente los ojos (lo suficiente como para parecer un zombi a punto de arrancarle la cabeza a Gemini, fulminándole con la mirada y haciendo un mohín de puro fastidio.

"Levántate, o se te va a enfriar el desayuno"

El pelinegro frunció el ceño. "¿Qué desayuno?"

"El que preparé para ti" respondió Gemini, señalando con la cabeza la bandeja llena de alimentos a los pies de la cama, dónde había una pequeña mesita.

"Pero yo..." Fourth parpadeó. "¿Qué hora es?"

"Son las once" Sus expresivos ojos se abrieron cómicamente, incorporándose casi al momento.

"¡¿Qué?!"

"So"

"¡Es tarde, Gemini! ¿Por qué no me despertaste antes? Tengo que hacer el desayuno para los niños"

Intentó levantarse, muy apurado, con el cabello cayéndole por la frente casi tapándole los ojitos, pero con una mano en su rostro, Gemini lo empujó de vuelta a la cama, la espalda cayendo contra el colchón de nuevo. Puso la bandeja en su regazo.

"¡Gemini!" chilló, levantándose otra vez pero ésta vez no siéndole permitido el siquiera poner un pie en el suelo.

"Come y calla. No tienes que preocuparte por eso, también me encargué"

"¿Eh?"

"De su desayuno... Yo se los preparé"

Ladeando la cabeza con confusión, Fourth entrecerró los ojos hacia él. "Y... ¿Por qué haces esto?"

"Para conquistar tu corazoncito, Fourth"

El pelinegro se sonrojó furiosamente hasta las orejas y tragó saliva.

"¿Me das un besito ahora?" preguntó Gemini, acercando su rostro al del menor.

"Y-Yo..." balbuceó, alejándose sólo un poquito, mirando a todos lados de una manera nerviosa en lugar de ver a su hermano. Notó las tostadas en su plato y rápidamente las tomó, dándole un gran mordisco. Luego miró a Gemini con ojos grandes y brillantes. "Eftoy comienfo"

Gemini bufó, chasqueó la lengua y volvió a su postura inicial. "Cómo digas..."

Fourth terminó de masticar y tragó la comida en su boca.

"¿Has desayunado?"

ׅ"Todavía no" El mayor pronunció con hastío. Entonces, dándole una mirada rápida a toda la comida en la bandeja, Fourth empujó una tostada hacia su boca. "¿Qué pasa?"

"Come."

"No hace falta"

Pero él definitivamente insistió. "Gemini"

"Fourth."

"Así no me estás conquistando, Phi..." musitó.

El pelinegro suspiró, rodando los ojos, pero igualmente cedió ante el menor, entreabriendo su boca para recibir el alimento.

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