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Fourth ni siquiera pudo reaccionar correctamente cuando sintió a alguien jalar de su pantalón. Respiró hondo, obligando a su propia mente a salir de aquella burbuja de perplejidad absoluta y asombro puro. Aún ni siquiera era lo suficientemente capaz como para repetir las palabras de su hermano mayor en su cabeza sin sentir todos los colores posibles en su rostro, y el corazón latiéndole a mil por hora.

Le costó un par de segundos en ser consciente de que aquellos jalones en su pantalón eran procedentes de Jun, uno de sus primos pequeños. Parpadeó confundido y dirigió la mirada hacia el pequeñín, que observaba con ojitos brillantes hacia arriba, en su dirección.

"Phi, Phi." Habló, posiblemente repitiendo lo que había estado diciendo mientras Fourth no podía escucharlo. "¡Mira nuestro castillo!"

El pelinegro alzó la mirada en la lejanía, observando un bulto en la arena, con las dos torres que anteriormente los niños le habían enseñado y un palito encima.

"La banderita la puso Third" Perth explicó. El mencionado asintió, balbuceando una afirmación.

"La tía Yuna me mandó un mensaje," Gemini -que hasta entonces se había mantenido en silencio, a la espera de que Fourth dijese algo- habló, guardando su teléfono móvil de vuelta en el bolsillo y mirando a Fourth. "quiere que volvamos arriba para hacer la foto familiar."

"Oh... bien." murmuró sin ser capaz de mirarlo.

Estaba nervioso. Terriblemente nervioso. Lo cual era bastante extraño para él, debido a que Fourth nunca se colocaba nervioso por algo que tuviese que ver con su hermano mayor. Ni siquiera la primera vez que éste lo besó a la fuerza en la cocina se sintió ni un poquito trastocado. Pero ahora... todo era un caos en su interior.

El azabache no dijo nada, simplemente agarró al bebé juguetón (que se entretenía dando vueltas a su alrededor mientras reía por el pequeño mareo) entre sus brazos y resopló.

Fourth se quedó un poco fuera de lugar cuando vio al mayor comenzar a caminar, dejándolo a él y a los otros dos niños atrás. Tomó a Jun y Perth de la mano y caminó con ellos de vuelta al lugar en el que se encontraban anteriormente.

[...]

Una vez llegaron al salón principal, donde estaban la gran mayoría de sus familiares más cercanos, Fourth dejó a los niños que se acercasen a su madre, y Gemini soltó al bebé en el suelo, pero siempre poniendo un ojo sobre él mientras lo veía caminar.

Rápidamente, el pelinegro fue abatido por dos pares de cortos brazos y mejillas infladas.

"¡FotFot!" Ese era Ford.

"¡Fourth, Geminiie!" Y ese, era Neo.

Él se agachó en sus rodillas para abrazar a ambos niños. "Hola."

"¡Te estábamos buscando, Phi!"

"Sí, no te encontrábamos, ¿Dónde estabas?"

Fourth se relamió los labios antes de contestar. "Fui con Gemini a llevar a los primos a la playa."

"¿Playa?" Neo parpadeó sin entender.

"Sip, abajo hay una, Perth y Jun hicieron un castillo."

"¡Yo quiero!"

"¡Y yo! ¡Phi!"

Gemini chasqueó la lengua, viendo a su tía Yuna acercarse a ellos con el ramo en la mano.

"Escuchen, luego los llevaremos a la playa para que jueguen, ¿de acuerdo?"

"¡Sí!" Ambos niños exclamaron.

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