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Después de que Fourth se negó rotundamente a besar la mejilla de su hermano mayor, conteniendo la respiración hasta que se alejó de él, abatido por la negación, Gemini se sentó junto al pelinegro, derrotado pero con una sonrisa arrogante en sus labios.

No sólo había visto el brillo en la mirada de Fourth cuando enseñó los Pockys, también había podido apreciar la forma en la que furiosamente sus mejillas adoptaron un color rojizo. Él sabía que Fourth solía ser muy reservado consigo mismo, no dejando que casi nadie de su entorno acaparase su espacio personal. Normalmente, cuando chicos en la escuela le decían cosas relacionadas al contacto físico, besos, o llegando tan lejos como para atreverse a proponerle relaciones sexuales, Fourth simplemente lo ignoraba, porque no había forma de que eso le interesase si quiera. Pero con Gemini, se había sonrojado, e incluso molestado. Eso era señal de que no estaba ignorándolo, y si no lo ignoraba... ¿Tal vez podía llegar a significar algo?

"¿Qué hay de gracioso en ésta película?" Preguntó el azabache.

Fourth lo miró como si acabase de asesinar a Winny delante suyo. "Para nosotros todo, para ti que eres un amargado, nada."

Gemini alzó sus brazos en defensa propia, soltando una suave carcajada. "Calma, vaquero... No he dicho nada malo, sólo que no encuentro la gracia ni el sentido."

"Es porque no miras a través de la metáfora."

El mayor frunció el ceño. Seguía sin entender nada en absoluto, y ahora muchísimo menos. "¿Y cuál se supone que es la metáfora de un bebe con traje y corbata?"

"De verdad eres tonto... El bebé sólo quería completar su misión para ser el nuevo jefe, y el niño directamente no quería ningún hermano, pero estando juntos y conociéndose ambos terminan siendo conscientes de que no pueden estar el uno sin el otro, porque de alguna forma, son familia. Es por eso que el niño no quiere olvidarle, y por lo que el bebé termina volviendo, por la familia."

"Así que esa es la metáfora... La familia." ¿Qué mierda de películas hacían hoy en día para los niños?

"No la familia en sí, si no que no hay nada más importante que ella."

Gemini frunció el ceño ante lo dicho. "Pero hay cosas más importantes que la familia..." musitó, por lo que el pelinegro lo miró, ignorando el bailecito de Ford ante los créditos y las menciones especiales.

"¿Cosas cómo qué?"

"El dinero."

"¿Consideras el dinero más importante qué la familia?" El pelinegro inquirió, sus cejas arqueándose ante lo estúpido de aquello. Para él, no había nada más importante que su familia. Sus padres adoptivos, sus hermanos, e incluso el imbécil de Gemini, porque por desgracia o por virtud, también formaba parte de su familia.

Gemini asintió: "La gente dice que el dinero no da la felicidad, pero sí que te permite comprar comida, un coche, una casa. Sin embargo... ¿qué te dan las personas?"

Fourth simplemente no podía creer lo que oía. "¿Amor, cariño? ¿Cosas no jodidamente materiales, Gemini?" El pelinegro se relamió los labios. "Sí, eso de que el dinero no da la felicidad es una mentira y bien gorda, pero no es más importante que la familia. ¿De qué sirve tener todo el dinero del mundo si no tienes a nadie con quién compartirlo?"

"¿Y para qué iba a querer compartirlo?"

Fourth contuvo la respiración por un momento, mordisqueándose el labio inferior para no decir nada de lo que luego (por estar delante de los más pequeños) se pudiera arrepentir, por lo que sólo atinó a neegar con la cabeza.

"Olvídalo... Eres tan necio y materialista" bufó, rodando los ojos. Levantándose para poder verlos a todos bien (exceptuando al estúpido), preguntó: "¿Qué quieren cenar?"

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