39

44 5 0
                                    

Fourth suspiró agotado, harto de la tan mala suerte que tenía. Satang probablemente había malentendido la situación y ahora quizás lo odiaba, y por otra parte, Gemini seguía parado frente a él junto a la puerta.

Todo genial, en resumen.

El pelinegro lo miró a través de las pestañas, observando como el Vachirawit mayor permanecía completamente quieto.

"¿Vas a esperar mucho tiempo ahí o te vas a marchar de alguna vez?"

Gemini clavó sus ojos en él rápidamente, al momento exacto de oír su voz.

"Tenemos que hablar"

"¿Qué?" inquirió casi con diversión, alzando una de sus cejas y acomodándose mejor en la cama. Debía de estar jodidamente bromeando. "¿Hablar tú y yo? Nunca."

"Pero es importante..."

"¿Te estás muriendo?"

Gemini negó lentamente. "No"

"Entonces no es lo suficientemente importante como para perder mi tiempo contigo. Ya no." Se cruzó de brazos y, después de aclararse la garganta, fijó sus ojos en los del mayor. "Así que, si me disculpas, tengo que acabar con el debate mental conmigo mismo. Cierra la puerta"

El azabache hizo lo pedido, cerró la puerta. Sólo que con él dentro de la habitación.

"Listo."

"Pero contigo fuera, imbécil."

Sus hombros se alzaron con inocencia. "Nunca lo especificaste, hermanito..."

"No, Gemini. Otra vez esa mierda no, por favor," Fourth bufó. "Ya lo soporté por mucho tiempo como para que se repita. Márchate."

"No voy a irme, Fourth." Con la expresión suavizada, Gemini susurró.

El pelinegro casi lloró ante la impotencia que sentía. "¿Qué más quieres de mí Gemini? Me has usado, te has burlado de mí, me has engañado, ¡incluso humillado! ¿Es que acaso no es suficiente para una mente retorcida como la tuya?" Su labio inferior tembló cuando sus ojos chocaron entre sí, con los de Fourth brillando por la aparición de las lágrimas.

"Sólo..." Gemini bajó la mirada al suelo, jugueteando nerviosamente con su labio inferior entre sus dientes. "Déjame hablar."

Fourth suspiró. "Bien, habla. Habla y luego vete, ¿de acuerdo? Esa es mi condición"

"Está bien" asintió.

"Te escucho, entonces"

Gemini se aclaró la garganta para comenzar a hablar. "Cuando tenía dos años, una familia vino al centro en el que estaba, en busca de un niño. Ellos me vieron a mí, y automáticamente quisieron llevarme. Pero entonces, tres días antes de firmar los papeles, un niño de mi edad ingresó al centro... La pareja que iba a adoptarme rápidamente se interesó en él." Suspiró, tomando el aire necesario para continuar, y lo hizo. "Decían que era un niño hermoso y lleno de energía, que los había cautivado... Así que lo adoptaron... en lugar de a mí."

"Oh..."

"Sí. Yo... Fui reemplazado por alguien más cuando por fin iba a tener una familia. Pero, luego llegaron Bright y Win, y ellos estuvieron encantados con tenerme como su hijo. Eso me hizo feliz, no había nadie ahí que me fuese a quitar ésta vez a mis padres... Hasta que años más tarde, decidieron adoptar a otro niño. Pensé que iba a ser reemplazado de nuevo. Cuando te vi... Yo realmente supe que ellos iban a dejar de quererme, Fourth. Porque tú eras todo lo que yo no. Y te odié, te odié tanto... Creo que conoces esa historia." Una sonrisa amarga cruzó por su rostro en el momento en que lo miró.

Fourth asintió con una sola cabezada. "Claro que lo hago."

"Tú eras tan bueno con todos, incluso conmigo cuando te trataba horrible. Eso sólo hacía que te odiase más, ¿sabes? No soportaba tu energía, ni la forma en la que sonreías y reías todo el tiempo, estaba tan harto... Hasta que empecé a mirarte de otra manera." Siguió diciendo, arrascandose la parte posterior del brazo. "Todo comenzó el día en que entraste a la secundaria. Papá y mamá me dijeron que cuidase de ti porque eras despistado, entonces yo decidí que iba a dejarte solo porque no tenía intención de protegerte. Pero entonces...Ohm se acercó a ti. Ustedes estaban hablando muy felizmente. Tú estabas sonriendo. ¿Lo recuerdas?"

"Sí, Ohm fue la primera persona que se acercó a mí en la escuela."

"Ahá." Gemini corroboró aquello. "Así que, tú estabas sonriendo con él. Y en lugar de pensar que eras horrible y que quería borrarte la sonrisa de la cara, sólo podía quedarme mirándote como si fuese un imbécil. Quise evitar aquello tanto... esforzándome a mí mismo a odiarte, que cuando me había dado cuenta, ya estaba loco por ti, Fourth."

El pelinegro apretó la mandíbula, negándose profundamente a sentir su corazón acelerado y las absurdas abejas asesinas en el estómago.

"¿Has terminado ya?"

Los ojos de Gemini centellearon con decepción. "S-Sí..."

"Bien. Entonces, ya puedes irte" Fourth no lo miró apenas cuando mencionó aquello, fijándose únicamente en sus pies descalzos.

"Pero yo..."

"¿Tú qué, Gemini?" espetó el menor. "¿Pensabas que por contarme esto todo iba a cambiar y yo iba a volver a creer en ti como un completo gilipollas? No, Gemini. Esto no funciona así. Tú me trataste como una mierda todo el tiempo, e incluso cuando lograste mi confianza, lo seguiste haciendo a mis espaldas." Él suspiró. "Y, está bien, yo entiendo tus razones, lo que sufriste y el miedo que tenías a ser reemplazado. Pero eso no te daba el derecho de tratarme en el modo que lo hacías. Todos aquí hemos sufrido, ¿lo sabes? No eres el único."

"Lo sé"

"No. Por supuesto que tú no lo sabes. Satang fue golpeado y abusado en el centro en el que estaba ¿lo ves ser un capullo? Definitivamente no, ¿cierto? Y luego, Neo. Él fue encontrado por una monja cerca de un cubo de basura." Los ojos de Fourth ya estaban inundados en lágrimas, resoplando para evitar el llanto que se acercaba. "Y yo... Gemini. Las personas que decían ser mis padres me dejaron en las puertas de una casa de acogida, prometieron volver por mí pronto, ¿sabes? Les creí, y esperé por ellos. Incluso cuando Bright y Win me adoptaron, seguía esperándoles. Porque prometieron volver... Pero, ¿a qué no adivinas? Ellos nunca volvieron. Creí en palabras vacías, Gemini... Y a día de hoy, lo volví a hacer. Confié en ti, pensando que eras diferente, pero mírate. Eres la misma basura que cuando llegué aquí."

El pelinegro apartó furiosamente las lágrimas de su rostro. Gotas de agua salada empapando sus mejillas. Dios, él no quería esto. Odiaba verse débil frente a la persona que le causaba aquel sentimiento de inferioridad y debilidad.

"Fourth..." el mencionado se levantó.

"Puedes quedarte aquí, me iré a dormir al salón." Mencionó, haciendo su camino hasta la puerta.

Gemini lo tomó del brazo antes de que se marchara. "Espera, yo-" Pero Fourth se zafó bruscamente del agarre, caminando aún más rápido fuera de la habitación y bajando las escaleras casi corriendo. El mayor bufó y se rascó la nuca, la sensación amarga en su garganta todavía persistente.

LionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora