El cumpleaños de Gemini era una fecha que sin duda alguna, Fourth había estado ansiando bastante. Encontrándose lo suficientemente nervioso como para tener las uñas pequeñas. Lo había planeado todo a la perfección, para darle al mayor el mejor cumpleaños de su vida, con una sorpresa que (él esperaba) no olvidaría jamás.
Suspiró, mirando su reloj como por octava vez desde que llegó ahí. Gemini aún no llegaba, y el pelinegro poco a poco se estaba impacientando cada vez más.
Justo cuando iba a bufar, unas manos frías se posaron en sus ojos, impidiéndole la vista momentáneamente.
"¿Quién soy?" Reconoció perfectamente la voz de aquella persona, además del perfume al que estaba acostumbrado, y aun así no se cansaba nunca.
Sonrió, colocando sus manos sobre las ajenas. "Hmm... ¿Ryan Gosling?"
Escuchó la risa del azabache detrás suyo y se relamió los labios.
"Ya quisieras..."
"No tanto" Fourth se giró, observándolo con sus enormes ojos mieles a través de las largas pestañas oscuras. "Por muy guapo que sea ese tipo, tú siempre vas a ser mi número uno."
"Seguro..." Gemini rodó los ojos, pero igualmente seguía sonriendo. "Así que, ¿por qué estamos aquí?"
"¿Acaso has olvidado qué día es hoy, Gemini?" El pelinegro murmuró junto a un pequeño puchero, mientras ponía sus manos en los anchos hombros del otro.
"¿Mi... Cumpleaños?"
Efusivamente, Fourth asintió. "¡Correcto!"
"Bien, es mi cumpleaños" concordó, al mismo tiempo que su novio daba saltitos a su alrededor. "Pero, sigo sin saber por qué estamos aquí"
"Bueno..." Fourth parpadeó. "Tú sólo deja que yo me encargue de todo lo posible, ¿De acuerdo?"
"No entiendo..."
"Sólo sígueme" murmuraba a la vez que agarraba una de sus manos entre la suya y la apretaba suavemente, con una pequeña sonrisa.
Fourth guió al azabache silenciosamente al interior de una bonita parcela, dónde se hallaba un apartamento de dos pisos, con algo de hierba verde perfectamente cortada a su alrededor. Era una postal bonita, sin duda alguna, con el sol creciente en el cielo atrás del pequeño edificio. Gemini observó el lugar, maravillado por todo aquello que estaba viendo.
"Wow... Qué... ¿Qué es esto, Fourth?"
El pelinegro brilló a su lado, una inmensa sonrisa enmarcando su rostro. Era tan jodidamente hermoso. Fourth no dijo gran cosa, sacando algo de su bolsillo y poco después, agitó un juego de llaves en su rostro.
"¡Feliz cumpleaños, Gemini!" canturreó, ante los ojos inmensos del azabache.
Gemini parecía demasiado inmerso en su estado de shock, boqueando cual pez debajo del agua y sin poder creer aquello que veía.
"¿Esto es...?"
"Nuestra casa." Fourth acabó la frase por él, guiñándole un ojo. "¿No es bonita?"
"Es preciosa... p-pero, ¿cómo?"
"Comiendo" Fourth alzó sus hombros, inocentemente, Gemini rodó los ojos, bufando ante la actitud aniñada del menor. "No pienses demasiado, Geminiie. Disfruta de tu regalo de cumpleaños..." Acarició su mejilla con suavidad. "Conmigo."
Dando un paso hacia atrás, Fourth le tendió una mano, parpadeando.
"¿Me sigues, amor?"
Gemini negó con la cabeza, riendo levemente y tomando la mano que su novio le tendía. Fourth se mordió el labio, avanzando en el camino y siendo seguido por él. Ambos llegaron al interior de la parcela, donde Fourth lo condujo hasta el apartamento.
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Lion
FanfictionLa relación de Gemini y Fourth iba mucho más allá de una simple relación de hermanos, fraternal.