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Fourth no sabía qué sentir exactamente después de todo lo que estaba viviendo. Su hermano mayor (quién había jurado odiarlo años atrás, haciéndole la vida imposible) se le había -prácticamente- declarado en mitad de la playa, mientras sus primos pequeños hacían un supuesto castillo de arena. Y no únicamente por eso, si no porque, su propio corazón se había sentido afectado por eso, al igual que todas sus terminaciones nerviosas.

Cuando Gemini lo había mirado directamente a los ojos para decirle que él le gustaba, Fourth sintió su estómago removerse y su corazón acelerarse. Y para su mala suerte, esa extraña sensación ni siquiera era un poco parecida a la repugnancia. Y mucho menos cuando antes de eso los labios de su hermano estaban pegados a los suyos en un beso. Así que, ¿qué era lo que estaba mal con él?

Mientras el pelinegro era sostenido por Gemini en la pista de baile, con sus pies torpes moviéndose a la par y con los ojos fijos en el otro, Fourth podía sentir claramente su corazón más apresurado de lo normal, sus mejillas tiñéndose de rosa cada poco tiempo y algo extraño creciendo en la boca de su estómago.

Tiempo después, ellos se separaron para ver como su tía Yuna lanzaba el ramo de flores hacia atrás, con la intención de que alguien a sus espaldas lo tomase. Pero más bien, el ramo tomó a aquella persona, cayendo directamente en la cabeza de Satang.

Unos minutos más tarde, todos los hermanos y primos (exceptuando a La Amargada) Vachirawit, se encontraban en la playa de nuevo, con los más pequeños revolcándose en la arena y jugando entre ellos. Fourth trataba de ayudarlos a crear figuritas con arena sin necesidad de moldes, mientras que los gemelos hablaban tranquilamente en un lado y Satang y Gemini conversaban -extrañamente- animados.

"Esto es precioso" El castaño habló, refiriéndose al atardecer frente a sus ojos.

"Lo es."

"Amo la playa"

"¿En serio?" Gemini lo observó.

Satang asintió. "Si. ¿Y tú?"

"Honestamente, la odio. Toda esa arena, piedras pequeñas, rocas, trozos de cosas extrañas. Iugh, repugnante."

Satang lo miró con sus cejas alzadas en dirección al techo, la diversión ocupando su mueca. "¿Entonces por qué estás aquí?"

El azabache tomó un gran respiro.

"Él está aquí" mencionó luego de unos segundos, señalando disimuladamente con la cabeza hacia el pelinegro yaciente a unos metros de lejanía, jugueteando con los más pequeños y riendo como uno más.

"Oh, así que se trata de Fourth..."

"No te ves muy sorprendido."

Él lo miró. "Porque no lo estoy."

Satang podría fingir estarlo, pero a pesar de que todos lo veían como el más despistado e incluso tonto, él era más listo de lo que creían.

"Sabes..." volvió a hablar el menor. "A mí realmente me gustaría tener a alguien que me mirase como tú lo miras a él... Aunque no seas el mejor ni de lejos en expresar tus sentimientos... Pero estoy muy seguro de que lo que sientes es jodidamente real. Como sonríes cuando ves que él lo está haciendo, la forma en la que tus ojos brillas cuando Fourth ríe... Quiero algo así también."

Gemini guardó sus manos en los bolsillos. "¿Tienes a alguien en mente?"

"La tengo, en realidad. Es mi persona imposible."

"¿Imposible por qué?" El azabache entrecerró los ojos, confundido. "Pensé que a JJ le gustabas."

"Y lo hago, a él le gusto. Pero es que mi persona imposible no es JJ, tristemente."

Gemini se quedó en blanco. "Pensé..."

"JJ... Él... es simplemente un chico increíble. Pero no es la persona a la que mi corazón le pertenece, y no importa cuán bueno él sea. Mi corazón es ciego y estúpido, es incapaz de corresponder a quién lo merece realmente."

El azabache asintió, porque de algún modo lo entendía. No porque fuese algo que él hubiese experimentado, pero habían personas cercanas a él que sí, y se lo transmitieron.

"Yo siempre sentí algo por Fourth. Incluso si no sabía que demonios era, pero sabía que estaba ahí. Era una mierda, porque incluso cuando yo quería odiarlo, él sonreía y todos mis intentos se iban por el desagüe. No podía evitarlo, mi corazón se aceleraba y se llenaba de jodida calidez cuando él sonreía..." Explicó Gemini.

"Puedo entenderte... Es lo que me pasa a mí. Por mucho que trate de odiarle mi cabeza parece que lo adora y no quiere sacarlo de ahí en ningún momento."

"¿Hablas de AJ?"

Las mejillas del castaño se tiñeron de rojo. "Eh... sí." murmuró, mordisqueándose el labio, esperando alguna burla o algo por parte del mayor, alegando que eso era completamente absurdo porque, bueno... Era AJ, el odioso y malvado gemelo. ¿Cómo podía sentir lo que sentía por él si quiera? "De todas formas, Fourth es un poco ciego si él realmente no puede ver como lo miras. Y, de hecho, JJ y yo hemos hablado sobre esto cientos de veces, siempre coincidíamos en que, ustedes -de algún modo u otro- iban a terminar juntos."

Gemini rió.

"¿Están de broma? Fourth me odia."

"No, él no lo hace. Es desconfianza, y tiene sus propias razones que son más que obvias, Gemini. Y a pesar de que, efectivamente, no eras su hermano favorito, te puedo garantizar que actualmente ustedes están más o menos en igualdad de condiciones."

Las cejas del azabache casi rozaron sus pestañas cuando él las bajó. "¿A qué te refieres?"

"Antes mencioné que podía ver tus ojos brillar cuando lo mirabas... Bueno, ahora también puedo ver un poco del suyo."

El corazón de Gemini golpeteó fuerte y conciso contra su pecho. La esperanza comenzando a crecer en él. Satang no hablaba en serio, claro que no... Sólo se estaba burlando, claramente.

"¡Eres un hijo de puta!" Alguien gritó, y lo siguiente que todos ahí pudieron ver fue a JJ estrellar su puño en la mandíbula de su gemelo. "¡¿Cómo has podido hacerme esto a mí?!"

JJ tenía toda la intención de golpear de nuevo, pero Fourth corrió velozmente hasta ellos, poniéndose en el centro.

"¡Hey, ¿qué demonios?!" exclamó el pelinegro.

"¡¿Qué haces?! ¿De qué estás hablando?" AJ parpadeó confundido, tocándose la mandíbula para ver si podía moverla.

"No te hagas el tonto e inocente conmigo. ¡Sabes lo que hiciste!"

"Claro que no lo sé, JJ. ¿Cómo voy a saberlo? No sé de qué me estás hablando"

Los ojos del peliazul se entrecerraron y su garganta sufrió de un maldito nudo antes de poder decir: "¡Hablo de que la persona que amo está enamorado de mi hermano, quién le ha hecho la vida imposible durante años mientras yo lo cuidaba!"

Satang jadeó, y todos se encontraron en un silencio sepulcral.

"Te odio," escupió el gemelo más bajo antes de irse al otro lado de la enorme playa.

AJ se quedó mudo ante lo que había oído de su propio hermano, una de las personas más importantes de su vida, y su única familia de sangre.

Fourth miró al más alto. "Yo... Iré a hablar con él, ¿de acuerdo? Ve con los niños." AJ asintió debilmente, caminando hasta el lugar donde Fourth se encontraba anteriormente, mientras el pelinegro corría en la misma dirección que su gemelo.

JJ lo odiaba... Su propio gemelo lo odiaba...

Satang vio a AJ caminar hasta los más pequeños arrastrando los pies y luciendo cabizbajo y sintió una terrible y creciente presión en su pecho, a la misma vez que sus ojos se llenaban de lágrimas. Todo esto era su culpa...

LionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora