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Fourth sabía que no estaban pasando precisamente por un buen momento. JJ recientemente había sido rechazado por Satang y también se había alejado de su hermano gemelo por el mismo motivo. Ford tenía una pequeña herida en su pie luego de que el inmenso tacón de La Amargada lo espachurrase al haberle pisado. El castillo de Neo había sido tragado por una ola, y Fourth, simplemente, estaba confundido por culpa de su hermano mayor.

Pero cuando el día en que iban a marcharse de vuelta a casa, llegó, ni siquiera pensó que estaban tan mal.

Y es que, en el momento en que Win llegó hasta ellos, con una sonrisa nervioso en el rostro, y no muy preparado para dar a conocer la bomba, el mundo (de Fourth, específicamente) se desmoronó.

"Chicos... Les tengo noticias." Así comenzó su padre. "Sus primos vendrán con nosotros a Tailandia."

Mandíbulas cayeron y ojos se ampliaron. "¡¿Qué?!" Un grito se escuchó. Era Satang, completamente espantado ante la sola idea.

"Sí, será sólo unos días, mientras su tía Yuna está de luna de miel." Explicó.

Gemini tragó saliva. "¿Todos vendrán? ¿Incluso Kapook?"

"Claro. Los niños y Kapook, no pueden dejarla sola aquí."

"¿Y por qué no?" La voz de JJ se alzó casi sin poder evitarlo. Casi.

Su padre lo miró como si fuese a regañarlo. "¡Vamos, chicos! ¿Cuál es el problema de que vengan? Pensé que amaban a sus primos..."

"Y lo hacemos..." Satang musitó. "A los pequeños, pero a ella..."

"¡Estaremos encantados de que vengan, papá!" Fourth chilló repentinamente, cortando al rubio, dándole una mirada para que dejase de hablar.

Cierto. Su papá no sabía lo tan cruel y calculadora que podía ser Kapook en la sombra. Y fuera de ella también. Win no tenía ni idea del despreciable trato de la rubia hacia su segundo hijo mayor, eso estaba claro, porque de ser lo contrario, ella jamás hubiese aceptado hacerse cargo de ellos.

"Bien, menos mal." Él sonrió enormemente, aliviado de que al menos uno de sus hijos tenía decencia y sentido común, pero sin ser consciente de que ese mismo hijo, iba a ser el mayor perjudicado.

[...]

Un apretado y largo viaje, con un montón de maletas, canciones infantiles y niños pequeños energéticos y llorones más tarde, los Vachirawit llegaron finalmente a su casa. Gemini traía consigo un terrible dolor de cabeza, que parecía aumentar con vida propia a cada segundo. Llámenlo dramático, pero él podía sentir realmente como si su cabeza estuviese a punto de explotar.

Entre todos consiguieron sacar las maletas del coche familiar, colocándolas todas en el pasillo y suspirando como guerreros mientras se lanzaban al suelo.

"Formamos un gran equipo," Bright alabó, ciertamente orgulloso, mientras depositaba la última maleta con el resto.

"Seguro" JJ asintió, deslizándose en el sofá junto a uno de los más pequeños, Neo, quién cargaba unicamente con su pollito de peluche.

"Oye, ¿y dónde van a dormir ellos?" Satang preguntó, entrando seguido de Fourth, Ford y Third en sus brazos.

"En los colchones inflables y en el extra." explicó su padre.

El castaño asintió. "Pero, me refiero, ¿en qué habitaciones?"

Kapook y sus dos hermanos restantes entraron en la sala junto a Win y Winny dormido en brazos de la misma. La chica llevaba una absoluta cara de acelga, con su rostro plano y duro como una piedra.

Tan emotiva...

"La habitación de Ford y Neo es bastante grande, creo que los niños podrán dormir ahí. Y luego, Gemini duerme solo, así que no creo que sea un problema el que Kapook duerma en su habitación también."

Fourth automáticamente se tensó. Gemini levantó la cabeza y miró a su padre, mientras los gemelos y Satang observaban a ambos de sus hermanos mayores.

"¿Conmigo?" El azabache casi gruñó, manteniendo la calma solo segundos antes de tan siquiera explotar.

"Claro, Gemini."

"Nada de eso, Me niego. No voy a dormir con es... con ella."

Win resopló, rodando sus ojos.

"¡Venga, por el amor de Dios, hijo! Es tu prima, ¿qué hay de malo en dormir con ella?"

Bufando, Gemini paseó la mirada por toda la habitación hasta dar con la mencionada, quién le guiñó un ojo y elevó sus comisuras en una sonrisa llena de cinismo.

"Nada,"

Fourth se mordió la lengua ante aquello. Ante aquella extraña sensación invadiéndolo en todos los sentidos posibles y haciéndole prácticamente retorcerse en incomodidad. ¿Qué era eso que crecía en su estómago? Ni siquiera se parecía a las entrañables cosquillitas que se producían en su estómago las veces que Gemini lo había besado. A diferencia de aquello, eso estaba lejos de sentirse bien.

Satang notó la tensión en el rostro de su hermano, dando pasos rápidos hasta que estuvo cerca de él (pero siempre siendo sigiloso para que nadie notase su impaciencia y ansiedad por sacar a Fourth lo más veloz posible de ahí). Agarró fuertemente su maleta y el brazo del pelinegro.

"Hey, FotFot, ¿vamos a poner nuestras cosas en la habitación?"

Él lo miró, pero sus ojos parecían estar vacíos. Y definitivamente su cabeza no estaba en el mismo lugar que su cuerpo.

"Sí... vamos..." mencionó, relamiéndose los labios y agarrando su propia maleta sin mirar a nadie de los que les rodeaban, ignorando completamente la mirada que cierto azabache preocupado le dio.

No se sentía capaz ni siquiera de sostenerle la mirada, partiendo del hecho de que se sentía malditamente molesto con Gemini aceptando bastante rápido aquello de tener a La Amargada en su habitación durmiendo.

Y tampoco es como si tuviese el derecho de sentirse así, porque aún no tenía claro ni sus propios sentimientos.

Menuda gran basura.

Fourth fue el primero en huír escaleras arriba, oyendo cerca suyo (concretamente detrás de él) al castaño despidiéndose de todos y luego sintiendo sus pasos apresurados. Ambos entraron en su habitación y cerraron la puerta. El pelinegro se sentó en su cama y miró sus manos, aún sin saber qué era lo que estaba pasando con él realmente.

Satang suspiró y le clavó la mirada. "¿Estás bien?"

"No lo sé..." Fourth gimió cansado. "Me siento extraño, diferente..."

"¿Celoso?"

Él lo miró confundido. "Nunca he sentido eso en mi vida, ¿Cómo se siente?"

"Definitivamente, mal."

"Me siento mal."

Satang se cruzó de brazos. "¿Quieres matar a Kapook?"

"Todo el tiempo," encogió sus hombros. "menuda novedad"

"Entonces, la pregunta es, ¿quieres matar a Kapook por dormir con Gemini?"

Fourth cerró su boca, dejando a sus dientes chocar libremente y chirriar entre ellos luego. Mordió su labio inferior y se lanzó en su cama hacia detrás.

"Estás celoso."

"Te dije que no lo sé."

"No estaba preguntando, era una afirmación. Tú lo estás."

El pelinegro gruñó y estiró sus brazos por encima de su cabeza. "No... No quiero seguir hablando de eso."

"Bien" Satang asintió.

Un par de golpes se escucharon en la puerta, y ésta se abrió con un leve chirrido, Gemini apareciendo detrás de esta.

"Hola" él dio un paso dentro de la habitación. Miró alrededor y observó a Fourth incorporándose en la cama, sentándose y mirándolo de vuelta. "Satang, ¿puedes dejarnos a Fourth y a mí hablar a solas?"

LionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora