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Al día siguiente, Ohm estaba llamando a su puerta en la tarde, luego de que todos comiesen y los niños se encontrasen juntos en el salón viendo dibujos animados en la tele.

El gran amigo de Fourth recién acababa de volver de sus merecidas vacaciones en Isla de Navidad, y lo primero que había hecho (después de descansar y visitar a sus padres) era ir a ver al pelinegro.

"¡Ohm!" fue lo primero que Fourth exclamó nada más abrir la puerta, viendo el rostro sonriente del -ahora- moreno.

"¿Me extrañaste, FotFot?"

Asintió efusivamente, lanzándose a sus brazos y apretándolo entre los suyos lo más que podía.

"¿Cómo lo pasaste allí?"

"El viaje se me hizo eterno... pero la estadía fue increíble." Narró el mayor con una sutil sonrisa en su rostro. "Deberías de haber visto aquello, Fourth... Apenas se podía salir a la calle por la cantidad inmensa de cangrejos rojos que había."

Fourth frunció el ceño. "¿Entonces fuiste sólo para quedarte en el hotel?"

"Claro que no. Mi tío me llevó a la playa a hacer surf, pero en serio era alucinante. En mitad de mi viaje, un tipo que hacía turismo cogió un cangrejo de coco. Era enorme, no sé como tuvo la valentía de tomarlo si era casi del mismo tamaño que todo su cuerpo. Realmente asombroso..."

Ohm silbó, todavía anonadado con lo ocurrido en su estadía en dicha isla. Fourth asintió, entendiendo su asombro.

"Deberías de haber tomado fotos"

"Lo hice," sacó su teléfono y rebuscó un poco, hasta que dio con la foto que quería mostrarle a su amigo y le enseñó la pantalla. "mira aquí."

"Wow... ¿el suelo es rojo?"

"Son cangrejos" Ohm informó. "De lo que te hablé antes. Estaba todo plagado de ellos"

Fourth no podía creerlo si quiera. "¡¿Eso son cangrejos?!"

"Claro. Estaban migrando. Millones y millones de ellos por todos lados, una pasada total. Incluso encontraron muchos aplastados en las vías del tren."

"Dios, es increíble"

El menor le indicó que se sentase en el sillón cuando ambos llegaron al salón, luego de contemplar la foto un poco más.

Rápidamente, los pequeños aclamaron su nombre nada más verlo.

"¡Phi Ohm!"

"Hola Neo, ¿cómo estás?"

"¡Phi, Phi!" ésta vez se trataba de Ford. "¿Fuiste a la Isla de la Navidad?"

"Sí que lo hice"

Los ojos del pequeño se expandieron, brillantes y enormes. "¡Y-y! ¿Viste a Santa Claus?"

"Obvio... Le dije que éste año estabas siendo muy bueno, así que debía de traerte los regalos que pidieses"

"¡Oh! ¡¿En serio Phi?!" Ford saltó en su lugar, aplaudiendo felizmente con una enorme sonrisa. "¿Y qué te dijo Santa?"

"Que contase con ello..." Ohm le guiñó un ojo al niño y luego miró a su alrededor, siendo consciente de que Neo y Ford no eran los únicos niños ahí. "Vaya... ¿Se han duplicado?"

Fourth miró en la misma dirección que su amigo. "No. Ellos son mis primos, Perth, Jun y el que está por quedarse dormido es Third. Los hijos de Yuna, ¿recuerdas que hace poco te dije que fui a su boda? Pues ahora ella está en su luna de miel."

Ohm frunció el ceño. "¿Eso significa qué...?"

"Sí... Ella está arriba" Fourth suspiró, rodando los ojos.

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