No supe qué responder al instante. Nunca me habían dicho algo como eso ni me habían hecho sentir tan mal. Sentía una punzada amarga en el pecho y ese nudo que se formó en mi garganta no me permitía hablar.
Dolía, debía admitir que sus palabras dieron justo en el centro de mi corazón, hiriendo todo a su paso
Me ilusioné muy rápido. Nunca debí dejarme gobernar la cabeza por sentimientos pasajeros y que nacieron a raíz de una calentura. No es que estuviera locamente enamorada de Amaro, pero sí me hacia mucha ilusión con él.
No sabía qué decir o qué hacer, las palabras no salían de mi boca por más que deseara decirlas. ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí, en el momento y lugar que mejor me sentía?
Mi cabeza explotó en ese instante, todo lo que me venía dando vueltas y martirizando llegó a la cúspide, nublando mi razón. Sentía que era un simple juguete para los demás, un pasaje que hace llegar a la meta. Me sentía usada, solo que esta sí me hacía doler el corazón.
Pasé de sentirme enojada por todo lo que había hecho Amir a sentirme triste y que no valía nada con un par de palabras. Fui una tonta al pensar que Amaro buscaba algo más que sexo. Ahora que lo pienso mejor, fui yo la que lo buscó, por lo que la única culpable de que me sienta así, soy yo misma.
—Yo... Entiendo —despejé mi garganta, sintiéndome muy tensa—. Si crees que es lo mejor, no tengo problema alguno, después de todo, tú y yo no estamos atados a ningún tipo de sentimiento ni compromiso.
—No —fue lo único que respondió, mirándome con una fijeza e intensidad que me tenía con el corazón en la mano.
No sabía ni tampoco entendía por qué sentía tantas ganas de llorar, pero es que ese cúmulo de emociones las tenía atravesadas en el pecho, impidiendo hasta el paso del oxígeno. Toda la situación de Amir me tiene cansada y bloqueada, y en el único lugar que me hacía olvidar del mundo entero, acaba de devolverme de un solo golpe a la realidad.
Entiendo a Amaro, que no desea ningún tipo de compromiso entre nosotros. Yo tampoco esperaba nada entre los dos, es más, en mi mente ni siquiera estaba previsto lo de anoche, pero sucedió, así como también él se adentró mucho en mi pensamiento.
—Debo irme —corté con ese silencio incómodo que se había formado, sintiendo un gran ardor en mi pecho—. Gracias por todo...
Estaba muy dispuesta a irme, pero en el intento de darme la vuelta y salir corriendo antes de que las lágrimas me pusieran en evidencia, me detuvo por el brazo, girando mi cuerpo y acercándome a él de un solo tirón.
Mi cabeza se volvió un ocho en cuanto sus labios se apoderaron de los míos, demandantes y marcando un ritmo tan salvaje que no podía pensar siquiera en cómo corresponderle. Sus manos recorrieron mi espalda con lentitud hasta que se posaron en mis nalgas, apretándolas con firmeza.
¿Cómo me pide que dejemos así, cuando me está besando de esa manera tan apasionada y me está tocando con tanta electricidad? ¿Por qué juega con mi mente de esta manera tan vil?
—Amaro —me separé de su boca, sintiendo el corazón en mis oídos y la piel encandilada—. No hagas esto, por favor.
—No puedo resistirme a ti, Brianna —acarició mis labios, acercándose lentamente a mí.
—Me pediste que lo dejáramos así.
—Sé lo que te acabo de pedir y también sé que acabo de dar a entender todo lo contrario con este beso —deslizó su dedo pulgar por mis labios, de una manera que me provocó escalofríos y me hizo erizar—, pero es que toda tú eres una tentación a la cual no me puedo resistir. No quiero involucrarme de más porque no deseo sufrir de nuevo, sin embargo, quiero seguir besando tus ricos labios y perdiéndome incontables veces en tu ser. Me gustas tanto.
Sus palabras, lejos de tranquilizarme, lograron rebasarme. Las lágrimas que estaba conteniendo salieron con mucha fuerza. No entendía por qué lloraba, más lo hacía como si me acabaran de dar la peor noticia del mundo.
Amaro me abrazó y más lloré al sentirme tan protegida y a gusto entre sus brazos. La calidez de su cuerpo y ese incontrolable latir de su corazón son tan acogedores. Me sentía pequeñita entre sus brazos, llorando como si de una niña perdida me tratara.
En ese momento me sentía tan perdida, sin saber qué hacer y tan vulnerable, que no sabía lo mucho que necesitaba de un fuerte abrazo hasta ese instante.
Y no era el abrazo, era el calor de su cuerpo y esos brazos tan calientes y fuertes lo que me urgía. Desde el principio su presencia me hizo olvidar hasta de mi nombre. Amaro tiene esa habilidad en mí, de erradicar todo problema y dolor y hacerme vivir en un mundo irreal.
Amir me tiene entre la espalda y la pared, dándole largas al divorcio para no firmarlo. Sé que me está usando únicamente para ganar su candidatura. No puedo hacer más nada que esperar a que deje de usarme a su conveniencia y dejarme libre y en paz.
Quiero ser feliz, vivir mis días a todo dar y disfrutar de la vida hasta que ya no pueda más, pero estando atada a un matrimonio que solo es fachada, nunca lo conseguiré. No había anhelado mi libertad tanto como ahora. Amir no me ama y no me hace feliz, todo lo contrario, me hace sentir que soy un convicto y que no merezco más que estar presa en su mundo.
—Me gustas y me hice muchas ilusiones contigo, pero entiendo lo que me dices. Mereces vivir un amor bonito y sin tantos líos. No mereces que te escondan ni mucho menos te hagan sentir menos. Realmente pensé que entre tú y yo había algo más que tensión sexual, pero... —suspiré—. Tienes razón en todo lo que me dijiste, primero debo solucionar mis asuntos así sea para vivir una pequeña aventura. Quiero que sepas que conocerte ha sido maravilloso. Eres un hombre excepcional, apasionado y muy bueno. Gracias por hacer de mis días más llevaderos y sacarme una sonrisa cuando más la necesitaba. Me hiciste sentir muchas cosas que nunca nadie me había despertado en la piel y el corazón. Desde el primer día hubo química, pero se necesita de más para consolidarse, ¿no? —lo miré a los ojos, sintiendo dolor en el pecho—. Fue muy bonito coincidir contigo, Amaro. Jamás te olvidaré. Si un día nos volvemos a encontrar, espero que aceptes tomar una taza de café conmigo sin ningún tipo de compromiso.
—Bri.
Dejé un último beso en sus labios y me escabullí de sus brazos, antes de que su intensa mirada y mis deseos de lanzarme a sus brazos y de besarlo con fiereza, me gobernaran por completo y mi poca resistencia se fuera al carajo.
Ni siquiera hubo un nosotros, pero eso no quiere decir que no me duele y que las ilusiones que me había hecho se hicieron añicos en cuestión de segundos.
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Irresistible Tentación[✓]
RomanceLo prohibido es irresistible, atrayente y sumamente placentero, y Brianna se dará cuenta de ello, cuando sus deseos más reprimidos y que ni siquiera sabía que existían, salen a flote ante una mirada sensual y capaz de hacerla vibrar...