Aunque he estado baja de nota luego del amargo encuentro que tuve con mi padre, me siento feliz de que las reparaciones de la tienda vayan por buen camino. Ahora lo que más me interesa es sacar mis sueños nuevamente adelante, no dejarme vencer por ninguna adversidad o personas con malas intenciones.
Llegué a la que antes era mi casa y me sorprendí al ver a Amir allí en compañía de Steven. No esperaba verlo tan pronto, de hecho, una parte de mí no tenía intención alguna de verle la cara. Me siento tan decepcionada de él y del hecho de que me haya dado la espalda en el momento que más lo necesitaba.
—¿Dónde te has estado quedando? He venido a la casa todos estos días y siempre me encuentro con la soledad —inquirió, se veía preocupado por mí, pero ya no sabía qué pensar de él.
—Es porque me he estado quedando en casa de Amaro.
Mi respuesta no lo sorprendió ni un poco. Es más, en sus labios se dibujó una sonrisa llena de alivio, como si esperara mi confirmación para sentir calma.
Sin verlo venir, se acercó a mí y me dio un fuerte abrazo. Steven nos miró con fijeza y el ceño fruncido, lo que me hizo sentir demasiado incómoda, así que me separé de sus brazos para no tener problema alguno con él.
—¿Cómo estás? Perdóname por no estar para ti cuando más apoyo y ayuda necesitabas, pero también he tenido que lidiar con la prensa.
—Las reparaciones de la tienda van por buen camino, por lo que no tienes de qué preocuparte.
—Sé que no tienes dinero suficiente para comprar nuevamente todo lo que necesitas para la tienda, pues gastaste todos los ahorros que tenías cuando la abriste. Y también sé que no vas a recibir dinero, por lo que, así reniegues, vende la casa y usa el dinero para comprar todos los enseres.
—Me conoces muy bien y sabes que no voy a aceptar la casa. Compramos esta casa los dos, lo más justo es dividirla en partes iguales.
—No seas terca, Bri. Acéptala y véndela, será mucho más sencillo para ti que hacer prestamos en los bancos. Además, en cuanto nos divorciemos, todo será divido en partes iguales.
—¿Cuándo nos vamos a divorciar? Te voy a ser sincera, Amir. Estoy cansada de toda esta situación, de que me señalen y se atrevan a hacerme daño por algo que no es cierto. En ningún momento te fui infiel y tú más que nadie lo sabes, pero es algo que las personas desconocen porque no has salido a dar ninguna declaración —miré a Steven de reojo, pensando muy bien en las palabras que diría—. Fácilmente pude haber declarado y dicho la verdad de todo, pero tus secretos son tuyos y no soy yo la persona que debe revelar algo que no es del todo aceptado en la sociedad. Solo tú sabes cuándo hablar, pero te pido que me saques del medio, porque no quiero saber nada de nadie. Quiero estar tranquila, Amir.
—Lo entiendo perfectamente y considero que es injusto lo que hicieron contigo, por eso no he descansado hasta no dar con los responsables. Ya hemos encontrado a tres de los culpables y te prometo que los atraparé a todos —tomó mi mano y sonrió—. Sé que, lo que más anhelas es tu libertad. Steven.
Miré a su asistente y él se acercó con un cartapacio blanco. No me pasó desapercibido el gesto de fastidio y rabia que hizo en cuanto Amir lo llamó.
—Solo hace falta presentarlo ante el juzgado para que seamos libres y podamos hacer vida aparte.
En efecto, su firma estaba plasmada en el documento, así como también se encontraban todos los papeles que se deben presentar ante el juzgado. Fue imposible no sonreír, después de tanto tiempo pidiéndole que firmara, al fin lo hizo.
—Podemos ir hoy mismo si quieres y tienes el tiempo.
—Por favor —solté una risita—. No es nada personal, pero ya era hora de que firmaras este bendito papel.
Fui a la habitación y guardé todas mis pertenencias en maletas, encontrándome con las fotografías y el video que Steven me había dado hace un tiempo. Antes de que todo esto caiga en manos equivocadas, será mejor entregárselas a Amir, él sabrá qué hacer con todo eso. Además de que es su vida íntima y privada, no entiendo por qué Steven me dio eso a mí.
Steven y Amir se encontraban discutiendo en la sala cuando hice acto de presencia. Me sentía tan incómoda y fuera de lugar, que no sabía si devolverme a la habitación o irme de la casa para que pudieran pelear a gusto. En lo poco que pude darme cuenta, Steven le estaba reclamando a Amir sobre algo que no logré escuchar.
—Lamento interrumpir, pero ya estoy lista para que vayamos al juzgado —carraspeé, después de enviarle un mensaje a Amaro.
—¿Piensas ir con todas esas maletas?
—Sí —asentí—. Amaro me está esperando fuera de la casa y él las llevará a su casa.
—¿Vas a vivir con él? ¿Su relación va así de seria? —preguntó, dejándome la incógnita en el pecho.
—De momento viviré con él, al menos mientras encuentro un apartamento o una casa donde vivir.
—Entiendo.
En ese momento, Amaro entró a la casa para sacar las maletas, por lo que el silencio nos envolvió por largos segundos. Tanto Steven como Amir le dieron una mirada que no me agradó ni en lo más mínimo.
Es imposible que no lo miren, si Amaro tiene unos brazos enormes y marcados que cualquiera desearía tener alrededor del cuello. Además de que es muy atractivo su seriedad le da un toque tan sensual.
Ese lado celoso y posesivo volvió a aflorar en mí. Ni siquiera cuando las mujeres se le quedan viendo en la calle o las clientas que van a su taller, despiertan los celos en mí. ¿Cómo es posible que dos hombres me hagan sentir celos e incomodidad?
—Antes de que se me olvide, te hago entrega de todo esto —le entregué la cajita a Amir y Steven abrió los ojos de par en par, palideciendo al instante—. Sé que puede traer morbo y a algunas personas les puede gustar, pero ten cuidado para la proxima o puede que caigan en manos equivocadas.
—¿Qué es esto? —inquirió, abriendo la cajita con el ceño fruncido—. ¿De dónde sacaste todo esto, Brianna?
Se veía avergonzado y enojado, y no era para menos, si son fotos demasiado fuertes, donde su rostro se ve claramente y en unas posiciones que ni siquiera yo me atrevería a hacer.
—Steven me las dio, no sé con qué fin, pero a mí no me interesa saber todo lo que haces con él. Eso es íntimo de ustedes dos.
Amir lo miró al instante, enrojeciendo de furia mientras Steven no sabía ni cómo mirarlo a los ojos. Conozco tan bien a Amir, que sé que explotará de la peor forma que pueda existir. Cuando se enoja, es un hombre que no entiende de razones.
—Acabas de provocar una guerra, mi diosa —me susurró Amaro al oído en tono divertido y lo miré, encogiéndome de hombros—. Va a correr sangre, pero no de la forma en que a ellos les gustaría.
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Irresistible Tentación[✓]
RomanceLo prohibido es irresistible, atrayente y sumamente placentero, y Brianna se dará cuenta de ello, cuando sus deseos más reprimidos y que ni siquiera sabía que existían, salen a flote ante una mirada sensual y capaz de hacerla vibrar...