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7:30 am

Dazai y Chuuya se levantaron.

Dazai se sentó en el filo de la cama y bostezó, su torso estaba descubierto, solo durmió con unos pantalones.

Chuuya solo parpadeó, totalmente abrigado con la frazada cubriéndolo de pies a cabeza.

7:45 am

Chuuya giró de lado en la cama.

Dazai se levantó y abrió sus cortinas.

8:10 am

Chuuya vio con desgano todo el servicio sucio que había dejado en el fregadero.

Dazai estaba preparando café mientras leía el periódico.

8:35 am

Chuuya observó unas cajas llenas de juguetes sexuales que había olvidado ordenar.

- Oh, olvidé que era hoy – dijo Dazai al ver una nota que había pegado en su refrigerador que decía: ¡No lo olvides! Fisioterapia a las 11 en punto.

8:50 am

Ambos se dieron una ducha.

Chuuya estaba pensativo con el ceño fruncido.

Dazai tarareaba con una sonrisa.

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.

.

Después de un rato, Chuuya se puso una polera y unos pantalones deportivos ajustados.

Y de la nada, empezó a escuchar la voz del castaño en su cabeza: "Te arruinaré la vida", seguido de una sonrisa molesta.

- Será mejor que vaya al gimnasio – dijo tratando de hacer que su lado depresivo no lo invada.

Dazai por su lado, también estaba alistándose para salir, cuando le llegó un mensaje a su celular.

[Ojos de perra]: Necesito hablar

Dazai se sorprendió al ver el nombre del remitente del mensaje.

Ambos salieron al mismo tiempo de sus apartamentos, se vieron por un instante y esquivaron la mirada.

Chuuya iba a usar el ascensor y Dazai iba a bajar por las escaleras, hasta que recordó un detalle.

- Anoche enviaron un aviso de que el ascensor no funcionaría hoy por mantenimiento - le dijo al pelirrojo de la manera más tranquila posible y luego regresó su vista a las escaleras.

Chuuya no le dijo nada, pero podía escuchar sus pasos detrás de él.

"¿Por qué hay tantas malditas escaleras?", pensó poniéndose nervioso, parecía que las escaleras eran interminables.

- ¿Realmente vamos a seguir ignorándonos? – paró en seco en un peldaño y se volteó.

- Si... - respondió Chuuya con una mirada feroz.

- Entiendo cómo te sientes, pero vamos a seguir cruzándonos, así que...

- Podría ser, pero solo no quiero hablarte – le interrumpió Chuuya.

- Solo quiero disculparme – dijo Dazai, girando completamente para ver a Chuuya a la cara.

- ¿Por qué hay que disculparse? – preguntó el otro – Ahora que nosotros sabemos los secretos de cada uno, podemos ir por caminos separados.

- Eso no me parece justo.

- ¿Por qué no? – volvió a cuestionar Chuuya, su mirada se oscureció – ¿Por qué tu eres el autor premiado Tsushima Shuji y yo solo una puta que se desnuda frente a la cámara? – terminó su pregunta con una falsa carcajada.

FULL VOLUME || SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora