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- ¡Por favor! N-no podemos hacer esto...- dijo Chuuya sonrojándose. Estaba sentado en un sofá con Dazai encima de él intentando quitarle la camisa -...Somos...

- ¿Somos qué? ¿Vecinos de al lado? – preguntó Dazai apresurado – Esa es una mala excusa.

- Eso no es todo, lo que quise decir fue...- Chuuya empujó a Dazai haciendo que cayera al piso, y de la nada apareció sentado en un escritorio con lentes y un traje apretado -...Soy el profesor y tú el estudiante. ¡Esto es muy inapropiado! – exclamó con una mirada desaprobatoria.

- Jejejeje – Dazai sonrió embobado mientras dormía.

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- Necesito ayuda – Dazai estaba en una cafetería conversando con una amiga – Anoche tuve un sueño sucio - dijo avergonzado.

- Hey, Dazai...soy tu amiga no tu terapeuta – le dijo la chica que estaba frente a él, tenía el cabello corto, de un marrón muy oscuro, adornado con un lindo dije dorado en forma de mariposa. Sus ojos eran de un curioso color morado. En términos generales, era muy guapa – Deja tus sueños húmedos en las sábanas de tu cama.

- Mi error...- dijo el castaño cabizbajo.

- De todos modos, te estaba contando que tengo un amigo que ahora tiene un huerto de duraznos – dijo la chica de manera insinuante.

- Compraré dos cajas – dijo Dazai, deduciendo que eso era lo que quería.

- ¿Sólo dos? – preguntó alzando una ceja.

- Quiero decir diez, obviamente – Dazai nunca podía darle la contraria a Yosano Akiko, una de sus amigas de la secundaria.

- Estupendo, puedes continuar – dijo ahora sonriendo.

- Entonces, está este chico, y no puedo decir si está interesado en mí o no - empezó contando el castaño – Aunque creo que me gusta.

- Claro – le siguió Yosano – Lo suficiente como para mancharte los pantalones como un adolescente caliente.

Aquellas palabras fueron como puñaladas para Dazai.

- Pero, hace unos días, me besó primero y luego me golpeó inmediatamente después – dijo el castaño pensativo - ¿Qué opinas de eso?

- No sé, dale algunos duraznos y pregúntale tú mismo – dijo Yosano sin interés.

- Esa no es una mala idea.

- Hay todo tipo de personas que quieren conocerte – esta vez Yosano sonó más seria – Ellos descubrieron que donaste a nuestra fundación benéfica.

- No veo lo que quieren de mí – contestó Dazai sin más.

- Probablemente quieren que des una conferencia o algo.

- Como si estuviera calificado para hacer eso – a Dazai no le importaba en absoluto.

- Estarás calificado una vez que comiences a hacer apariciones públicas – exclamó la otra señalándolo con un dedo – Sabes que nadie se gana la vida solo escribiendo en estos días, ¿Verdad? – Yosano esperó una respuesta, pero Dazai solo la ignoró – Todos están ganando dinero dando conferencias.

- No puedo – Dazai giró su cabeza para no mirarla – Siento un pánico escénico terrible – obviamente mintió.

- Oh, por supuesto – dijo con una sonrisa retorcida – Excepto que recuerdo esa vez en la escuela, cuando le gritaste al mundo entero que amabas a un chico del club de judo.

FULL VOLUME || SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora