—¿Todos entienden las reglas? —preguntó Chuuya, su voz firme resonando en la penumbra de la habitación, apenas iluminada por la fría luz de la pantalla del ordenador.
Con determinación, se acomodó en su cama, y sin perder tiempo, se bajó los pantalones y se puso en cuatro, revelando su trasero desnudo, decorado con palabras provocativas escritas en su piel.
—Desde ahora, no haré nada. Tendrán que hacer que me corra enviándome donaciones —anunció, mirando directamente a la cámara con una mirada desafiante—. El programa terminará automáticamente cuando alcancen la cantidad objetivo —continuó, levantándose para mostrar su figura de manera provocativa—. Sin embargo, no dejes que eso te desanime de dar propinas, porque estoy seguro de que todos quieren divertirse conmigo.
A su lado, una botella de lubricante esperaba. La tomó y vertió el líquido generosamente en su entrada, introduciendo con prisa dos dedos. Los movimientos eran intensamente eróticos; estiraba y abría su agujero para que el interior pudiera ser visto claramente. El sonido húmedo del chapoteo llenaba la habitación, añadiendo una capa de excitación.
—Asegúrate de controlar la velocidad. ¿Lo tienes? —dijo, aumentando la intensidad mientras su cuerpo respondía visiblemente a la estimulación—. ¿Alguien quiere pedir algo? —preguntó, su tono cargado de anticipación.
Uno de sus seguidores, propuso un rol: "Vamos a rolear que eres un empleado de una empresa que habla con el CEO."
Una sonrisa traviesa se dibujó en el rostro de Chuuya.
—Eso suena divertido. Pero, ¿por qué esta empresa contrató a una zorra como yo, a la que le encanta que se la cojan todos? —Su risa resonó en la habitación, un sonido que era tierno y excitante a la vez.
El pelirrojo, ahora completamente sumido en su actuación, se inclinó hacia abajo y curvó exquisitamente su cintura, ofreciendo a sus espectadores una perfecta vista de toda su intimidad. Luego, ajustó un dispositivo en su interior: un dildo cuya vibración aumentaría con cada donación que le enviaran sus seguidores.
—Hmm... ¿qué te parece esto entonces? —preguntó, su voz teñida de desafío mientras introducía el dildo más profundamente, sintiendo las vibraciones resonar en su interior.
El sonido de las monedas cayendo en su cuenta virtual fue acompañado por un gemido de placer.
—Todos ustedes son compradores y directores ejecutivos de grandes conglomerados —continuó, interpretando su papel con convicción—. Sólo soy un humilde empleado que necesita ganarse sus contratos —sugirió, su voz temblando ligeramente al compás de las vibraciones que aumentaban. Ajustó unas esposas en sus manos, impidiéndose agarrar nada, incluso cuando el placer se volviera doloroso—. Así que me dejé... p-penetrar, ah, haga p-por todos... ¡ingh! Oh, sí, señor CEO, pare... —Su actuación fue interrumpida por una nueva ola de placer cuando el dispositivo alcanzó una nueva intensidad, haciendo que sus músculos se tensaran y su respiración se acelerara.
"Has recibido 1,000 monedas de propina."
"Has recibido 3,000 monedas de propina."
Con cada propina, el dispositivo respondía, y Chuuya se retorcía y se arqueaba de placer, sus gemidos llenando la habitación. Jadeaba mientras la cantidad de monedas seguía aumentando, alimentando tanto el juguete como su desempeño.
"Has recibido 2,000 monedas de propina."
—¡Así se siente tan bien! —gritó, sus ojos cerrados con fuerza mientras el placer lo consumía—. Señor CEO, ¿qué le parece mi agujero? —preguntó, su tono lleno de lujuria y desesperación por la aprobación.

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FULL VOLUME || Soukoku
FanfictionDazai enfrenta un dilema abrumador: su vecino Chuuya, insoportable y exasperantemente atractivo, se ha convertido en su obsesión. Para complicar las cosas aún más, Chuuya resulta ser el camboy favorito de Dazai, desatando una intensa frustración sex...