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Hace tres años...

Chuuya se encontraba sentado frente a su nuevo set up, que consistía en una mesa grande que tenía encima una computadora con una cámara instalada en la parte superior, aros de luces blancas, espejo, micrófono, teclado y un soporte para audífonos.

Iba a ser la primera transmisión en vivo de Chuuya.

"Tranquilízate, solo necesitas superar los nervios y listo", pensó mientras veía su gorra y mascarilla con un poco de recelo. "Una vez que comience voy a ir acostumbrándome rápidamente". Se puso la gorra, y antes de colocarse la mascarilla suspiró pesadamente. "Pero ¿Por qué tengo tanto miedo?".

Regresando al presente, el pelirrojo estaba mirándose en el espejo, podía ver su rostro asustado, porque nunca había hecho una transmisión al aire libre, y en realidad, nunca lo hubiera hecho si no fuera por la idea de Mori.

Se sentía muy incómodo.

—Voy a acostumbrarme una vez que comience —susurró para sí mismo con una expresión decaída—. Tan solo debo comenzar.

Un hombre, entró a tropezones al baño, se notaba de lejos que estaba borracho. Por eso, Chuuya entró rápidamente en una de las cabinas donde estaban los inodoros y cerró la puerta.

De alguna manera, logró pegar su celular a la puerta con cinta. La transmisión estaba en pausa mientras preparaba todo.

"No pensé que tendrían tanto interés solo con el avance", pensó el pelirrojo refiriéndose a sus espectadores. "El juego al aire libre debe ser muy popular ahora"

Chuuya comenzó la transmisión, y lo primero que hizo fue poner un dedo enfrente de su boca tapaba por la mascarilla en señal de silencio.

—Hay un tipo borracho orinando afuera ahora mismo —susurró mientras se ponía unas medias negras transparentes que eran lo suficientemente largas para llegar a sus muslos, en donde la liga los apretaba haciendo que luzcan más carnosos. Y también se puso unos tacones rojos, Chuuya no entendía el fin de usarlos, porque la cámara no lograba enfocar mucho sus pies, pero fue una sugerencia de Mori y tenía que hacerlo—. Así que tengo que ser discreto.

Agarró el dildo grande con espuelas que había traído, y presionó la base con la tapa del inodoro para pegarlo.

—¿Hola? Sí estoy...hic...de camino...hic... a casa... ¡He bebido demasiado! —Se escuchaba al borracho hablar por teléfono.

Mientras tanto, Chuuya se puso en cuatro, poniendo sus manos en la tapa del inodoro.

Volteó su cabeza en dirección a su celular, y empezó a sacudir y mover su trasero para provocar a los espectadores.

Ding.

¡Que el borracho se vaya de una vez!

Ding.

Jajaja suena a que está realmente borracho.

Ding.

Deseo con muchas ganas darle unos buenos apretones a ese trasero.

—¿Dónde estoy? —dijo el borracho, casi balbuceando—. ¡Sí, ya voy!

Cuando el pelirrojo escuchó que el borracho había salido, agarró la botella de lubricante y derramó una gran cantidad sobre su trasero.

Introdujo directamente dos de sus dedos en su agujero, y empezó a meterlos y sacarlos con intensidad. Y aunque sabía que no podían ver su rostro por la mascarilla, Chuuya se relamió los labios y sonrío lascivamente.

Ding.

Hacer eso en un baño público es cómo pedirnos que pongamos un pene en ti ¿No?

Ding.

FULL VOLUME || SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora