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Los rayos del sol golpearon el rostro de Chuuya, levantándolo inmediatamente, y lo primero que vio fueron las aguas tranquilas de la playa.

"¿No hay una vieja leyenda sobre un demonio que absorbe la energía de un hombre a través del sexo?", pensó el pelirrojo un poco somnoliento. "¿A dónde fue? No puede dejarme aquí", se quejó un poco cuando se dio cuenta que estaba solo en la cama. "Su polla se sentía tan caliente dentro de mí. Fue mucho más intenso que usar lubricante hormigueante", se empezó a retorcer entre las sábanas recordando lo de anoche. "Su peso presionándome, su toque caliente a través de mi piel, incluso sus besos. Se siente tan bien besarme con él", pensó tocando sus labios inconscientemente. "El siempre, me toca como si estuviera tan desesperado por mi cuerpo, es casi como si...", dirigió una mano a su trasero, pero la retiró apenas rozó con su agujero con una expresión de dolor. "Me duele todo el cuerpo, es casi como si hubiera estirado todos los músculos que no estaba usando a través del ejercicio anaeróbico", en ese momento Chuuya parpadeo rápidamente dándose cuenta de algo. "¿Eso significa que podría ayudarme a desempeñar mejor en el gimnasio?".

Escuchó la puerta de la habitación abrirse y se sentó en la cama.

—¡Estás despierto! —lo saludó Dazai con una sonrisa cuando lo vio.

—¿A dónde fuiste? —preguntó Chuuya.

—Oh, este hotel no parece —dijo Dazai, pero se detuvo cuando vio el pecho desnudo del pelirrojo con todo tipo de marcas que él le había hecho y se sonrojó ante ello— ofrecer servicio a la habitación —Luego, escuchó un gruñido que provenía del estómago de Chuuya, y se rio ante ello—. Así que pensé en llevarte el desayuno a la cama en su lugar.

El pelirrojo se sonrojó por eso, pero decidió tomar una ducha antes de comer.

—Es realmente bueno —dijo Chuuya comiendo un sándwich.

—¿Verdad? —comentó Dazai—. Es un regalo escondido que sólo puedes encontrar aquí.

—¿Cómo es viajar por todo el mundo? —Volteó su rostro para no ver al otro a la cara—. Debe ser divertido, alejarse de los problemas.

—Viajar no es nada especial. Es como hoy —respondió Dazai tranquilo—. Acabamos de llegar a un lugar nuevo, probamos diferentes platillos de comida, vimos algunos paisajes nuevos. Eso es viajar.

—Lo explicas como si no fuera la gran cosa —dijo Chuuya sin ninguna emoción en su voz.

"Me recuerda a un animal que ha sido atrapado por mucho tiempo y que no puede escapar hasta ahora", pensó Dazai preocupado al ver la expresión triste del pelirrojo. "¿Quién te hizo esto?".

—¿Por qué no hacemos un viaje a Yokohama alguna vez? Hay un lugar increíble de panqueques cerca de donde solía vivir de niño —propuso el castaño levantando su meñique en dirección a Chuuya con una sonrisa llena de ternura—. Podríamos comer panqueques, volver a casa y llamarlo vacaciones.

Chuuya permaneció en silencio, dejando que sus acciones hablaran por sí mismas. Con timidez, entrelazó su meñique con el de Dazai, sellando así su promesa en un gesto simple pero cargado de significado.

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Días después, Dazai salía de una reunión que tenía de un proyecto sobre un nuevo documental.

—Muchas gracias, los veré en pocos meses, cuando estemos listos para grabar la narración —dijo Dazai al señor Hirotsu.

—Somos nosotros los que debemos estar agradecidos —respondió Hirotsu amablemente—. No habría obtenido aprobación para la secuela sin usted señor Dazai.

FULL VOLUME || SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora