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Dazai estaba en el ascensor esperando a que las puertas se cerraran para poder subir a su piso. En ese momento, entró un hombre con un paquete, al verle la espalda, pudo ver en su uniforme de trabajo que decía Delivery Nacional K, el cual era el nombre de la empresa que utilizaba Chuuya.

Al llegar a su apartamento, vio como el hombre del delivery por fin dejó el paquete en el lugar correcto.

- Supongo que al fin alguien se hará cargo de ese paquete. ¡Que alivio! – dijo Dazai mientras se quitaba su abrigo ya en su oficina.

De repente apareció una versión chibi de Dazai en forma de diablito a su lado derecho.

- ¡Hey! ¿Por qué estas sonriendo? – le dijo el diablito notablemente molesto – El asunto del paquete era tu única excusa para poder hablar con él – agitaba los brazos con brusquedad - ¿Ahora que vas a hacer?

- Disculpa...por aquí – ahora apareció una versión chibi de Dazai en forma de angelito a su lado izquierdo – Ya hiciste lo que tenías que hacer, es hora de seguir adelante – dijo señalando a la versión diablito - ¿Qué le vas a decir? "Hola soy T.Shuji1919 y soy un gran fanático de tus transmisiones. Espera, ¿Somos vecinos? ¡Puede que seamos almas gemelas! – luego miró al diablito con son superioridad y se rio – Sonarías como un acosador.

Dazai mientras tanto trataba de concentrarse en su trabajo que hacía en su computadora y al mismo tiempo quería ignorar a aquellos chibis que obviamente eran parte de su imaginación y que representaba diferentes lados de cómo se sentía respecto a la situación con su vecino.

- ¡Olvídalo! Ni siquiera tienes que mencionar lo de las transmisiones, ¡Sólo ve a hablarle! – se quejaba el diablito mientras trataba de golpear al angelito – Dile algo como "Parece que estas muy interesado en el sexo anal, y por azares del destino, ¡Yo estoy interesado en tu ano! ¡Sería asombroso que me dejaras follar ese ano!

- Ya deja de hablar sobre anos – gritó el angelito tapándose los oídos - ¿Acaso quieres que nos abofeteen?

- ¡Vale la pena intentarlo! – el diablito se aferraba a su idea.

- ¡Ese tipo de relaciones nunca duran! ¡Tienes que prestar atención al carácter, personalidad y modales de la otra persona! – contratacó el angelito.

- ¡Vete de aquí con toda esa basura que estás diciendo! – entonces ante ellos apareció una imagen mental de Chuuya desnudo, temblando, sonrojado y con un poco de saliva chorreando por su boca - ¡Grandes y suaves pectorales que te gustaría recorrer la lengua! ¡Un trasero firme que está rogando por un par de nalgadas! ¡Una delgada y bellamente esculpida cintura! ¡Y unos grandes y jugosos muslos traídos desde el cielo! – el diablito trataba de convencer al angelito usando la hermosa apariencia física del pelirrojo como arma – Y lo más importante... - esta vez apareció una nueva imagen mental, ahora enfocada más al rostro de Chuuya, donde se veían sus facciones bien definidas, varios mechones de cabellos naranja desordenados por todo su rostro, sus mejillas muy sonrojadas resaltando así sus pecas, sus hermosos ojos azules llorosos y con la lengua afuera - Su lindo rostro, su fría mirada y sus labios fruncidos, ¡¿Por qué deberíamos preocuparnos por la personalidad de esta perfecta creación?!

El angelito miraba la imagen babeando.

Pero reaccionó.

- ¡Eres un grosero! ¡No has de codiciar el cuerpo de un extraño sin saber nada sobre su persona! – dijo tirándole una cachetada al diablito.

- Ah, realmente quiero tener sexo con él – gruñó Dazai con voz ronca, frunciendo el ceño y con una miraba más oscura de lo normal. En eso, el diablito y angelito desaparecieron – No me siento muy productivo hoy al parecer...

FULL VOLUME || SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora