Mi madre tuvo que coger a Deysi en brazos porque no paraba de lamer a Bruno. Ella también estaba muy contenta de que hubiera vuelto.
Cuando íbamos a ir dentro de casa la tierra empezó a temblar de nuevo. Mi madre y yo nos miramos asombradas.
Cogí a Bruno y nos quedamos en el jardín esperando a que parara lo antes posible.
- ¿Ya? - pregunté.
- Parece que sí. Esta vez ha sido más leve que antes. - dijo mi madre.
- Por desgracia va a haber más y serán peores que los de hoy. - explicaba Bruno.
- No nos digas eso. Tenemos que ponernos manos a la obra para evitar que eso pase. ¿Subimos ya a mi habitación? - les dije.
- Mejor esperemos aquí en el jardín. Verdad Bruno?
- Sí. Es lo más seguro.
Nos fuimos a sentar y a mi madre le llamaron por teléfono. Era mi papá que preguntaba como estábamos y que iba a ir a recoger a mi hermano antes de venir a casa.
- Has crecido mucho, Lucía. Estás muy guapa.
- Gracias Brunito.
- ¿Y ya vas al Instituto? ¿No?
- Sí.
- ¿Y cómo va por allí?
- Bien. Estoy con Ibet en la clase y he hecho más amigos. La semana pasada también vino un compañero nuevo y ahora sale con nosotros. Se llama Jonh.
- Muy bien. Me alegro que te esté yendo bien. Yo he conocido a una gnomo que no se ha podido resistir a mis encantos.
- Jajaja... ¿que dices?
- Es normal. Con esta carita y este tipin... - relataba mientras levantaba una ceja.
- Que guasón eres. ¿Y cómo se llama la afortunada?
- Rosa.
- Pobre Rosa tener que aguantarte cada día.- dije en tono irónico.
- Ella no dice lo mismo.
Los dos pegamos unas carcajadas. Estábamos tan felices de vernos y compartir esas conversaciones que tanto había echado de menos, que me puse sentimental.
- Me alegro por ti. Te mereces lo mejor.
- Lo sé....es broma. Tu también. Eres especial. Por eso el anillo te ha elegido a ti.
- Y cómo vamos a hacer para encontrar el otro.
- Lo encontraremos. Nora nos va a ayudar. Mientras tanto, iremos buscando las plantas que me pidió.
- De acuerdo. Yo te ayudo. El otro día pedí en la biblioteca un libro de plantas, porque el libro que nos dejó la señora Greta, habla de muchas de ellas que no conocemos.
- Luego me enseñas el libro.
- Sí. Lo tengo en mi habitación. ¿Y para que necesitas encontrar esas plantas?
- Me las ha pedido Nora, junto con los anillos y las personas elegidas por ellos. Cuando estés con ella lo entenderás. La madre naturaleza es sábía y creó el planeta sabiendo que la humanidad podía destruirlo, así que también tuvo que crear unas "plantas madre" y dos anillos que representan el frío y el calor. Ella nos dirá qué hacer en su debido momento.
- ¿Esas plantas son las que tenemos que encontrar?
- Eres lista Lucía.
- Lo sé... - dije levantando la ceja como Bruno.

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Greenlandia
Teen FictionNunca una historia del pasado, había traído tantos cambios en el futuro. Lucía, una adolescente de 15 años, relata cómo de repente, su razón de existir tiene otro sentido, al encontrar una antigua carta y un presente dirigida a su bisabuela. Ingredi...