Os tengo que explicar también, lo que pasó un día y que todavía le doy vueltas en mi cabeza.
Era un día de pleno invierno. Recuerdo que hacía mucho frío y ese día parecía ir todo mal. Para empezar no me puse el despertador y mi madre me avisó que llegaba tarde al colegio! Ya me levanté con las prisas y os aseguro que no me gusta nada levantarme así, porque yo soy de las que se levanta una hora antes para hacerlo todo tranquilamente, antes de ir a clase. Por mucho que corrí ya llegué tarde.
Después hubo un mal entendido y me llevaron a reunirme con dos alumnas y un profesor. Al final se aclaró todo porque se confundieron de persona, pero a mí ya ... ¡me dieron la mañana!
Para rematar, cuando llegué a casa, mi madre me dijo que habían entrado a robar ¡en la casa del pueblo! Menudo disgusto nos llevamos. El fin de semana fuimos para allí. No sabíamos con lo que nos íbamos a encontrar, porque la policía no nos dio detalles, ya que ellos no sabían si nos faltaban cosas o no.
Lo más extraño es que al llegar allí y revisar toda la casa, lo único que encontramos es que estaba todo muy revuelto. Es como si solo buscaran algo en concreto. No se llevaron nada de valor. Y allí dinero no había. El desván también estaba muy revuelto y no sabemos si allí faltaba algo, porque tenemos muchos recuerdos de hace años, pero no los tenemos controlados. Aunque mi madre dice que parecía no faltar nada.
La policía nos dijo que la puerta estaba forzada y a pesar de que son puertas viejas, son mucho más duras que las de ahora, porque por ahí no consiguieron entrar. Forzaron una ventana del primer piso que al ser de madera pudieron romper más fácilmente.
Mis padres pusieron una denuncia y seguidamente instalaron una alarma. Allí solo vamos de vez en cuando y no queremos que se vuelva a repetir.
Yo solo pensaba en el anillo. Suerte que lo llevo siempre conmigo. Si no lo llevo en el dedo, me lo pongo con una cadena en el cuello, pero siempre conmigo. A parte de estar más tranquila, lo hago porque así me puedo comunicar con Bruno en todo momento.
Con el tiempo nos dimos cuenta que nos faltaba el libro que la Sra. Greta nos regaló. ¿Para qué querrán ese libro?
Estando allí vimos que ya había venido el cuñado de la Sra. Greta y fuimos a preguntar si él había visto o escuchado algo extraño.

ESTÁS LEYENDO
Greenlandia
Teen FictionNunca una historia del pasado, había traído tantos cambios en el futuro. Lucía, una adolescente de 15 años, relata cómo de repente, su razón de existir tiene otro sentido, al encontrar una antigua carta y un presente dirigida a su bisabuela. Ingredi...