- Hola mama.
- ¿Qué tal ha ido el Instituto?
- Bien. Ha venido un chico nuevo.
- ¿A vuestra clase? ¿Ahora? Si hace ya un mes que habéis empezado.
- Ya, pero resulta que han llegado al pueblo hace dos o tres días, porque sus padres viajan mucho por tema de trabajo y ahora se van a quedar aquí un tiempo. Justo me lo encontré por los pasillos y me preguntó a mí, porque no sabía ir a su clase, que resultó ser la mía.
- ¡Anda! Qué casualidad.
- Parece buen chico. Le hemos dicho de ir esta tarde a la casa de las flores. Debe ser difícil eso de cambiar de lugar cada dos por tres. Yo no sé si lo aguantaría, porque si tienes tus amigos aquí, dejarlos e ir a otra ciudad a empezar de cero...yo no me iría.
- Pero no depende de él. Si los padres se ven obligados por tema de trabajo, no hay elección. Tú dices que no te irías, pero no podrías elegir. El sueldo no puede faltar y te tendrías que adaptar como hace él. ¿Y cómo se llama?
- Jonh.
- ¿De dónde son?
- Mama, ha venido hoy. No sé su vida.
- Jajaja
"No sé su vida, pero me encantaría conocerle más. A parte de que es un chico muy guapo, tiene algo especial. No sé cómo describirlo, pero es como si nos conociéramos de hace mucho tiempo y sin embargo lo he conocido hoy. Su manera al mirarme, su manera de hablar, me es familiar pero no puede ser. Es algo extraño. No acabo de entender porque me pasa eso. Quizás como viaja tanto nos hemos visto en otro momento. Luego le preguntaré si ha venido a Laredo alguna vez más."
- Bueno. Hacéis bien de ayudarlo. Si va con vosotros esta tarde, también conocerá a más gente. Por cierto, han llamado de la biblioteca que ya tienes el libro que pediste.
- ¡Ah! Genial. Luego me pasaré con Ibet.
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Greenlandia
Teen FictionNunca una historia del pasado, había traído tantos cambios en el futuro. Lucía, una adolescente de 15 años, relata cómo de repente, su razón de existir tiene otro sentido, al encontrar una antigua carta dirigida a su bisabuela y un presente. Ingredi...