Hubo un punto en el que lo entendiste.
Encima de tu cama, con una mirada triste.
Volviste a ver al pasado,
sabes que el corazón se quedó estancado
algún tiempo atrás.
Unos meses quizás.
Ese día lo supiste,
aceptaste lo que negaste todo este tiempo:
El pasado fue el camino de ida.
Conectas,
a medias,
con el presente.
Y te golpea de frente
el quiebre de tus expectativas.
Lo supiste todo el tiempo,
el pasado fue el camino de ida...
No hay camino de regreso.Ojalá perder la memoria,
aprender a descocer besos.
Ojalá y todas las glorias
no se acabaran de nostalgia
manchadas hasta en los huesos.
Pero todo es así,
un momento
flotando en la nada
ausente.
Pies flotantes
que no pueden ver
lo que tienes enfrente.
Debes despertar pero sigues soñando.
Todos los te amo en un bucle, girando.
Y ya no estás,
ya no estás,
no estás.
Ni aquí.
Ni allá
Ya no estás entre esos brazos.
No estás allí, tampoco aquí.
Miras la tumba de quien creiste ser.
Miras una tumba
sin saber
si en algún punto
de verdad
volviste a nacer.Miras la tumba.
Mirada asustada.
Temes que una mano
salga de ella como si nada.
Como si en las cenisas,
o en pleno derrumbe
hubiese algo de vida
que aun no se consume.
El problema nunca han sido
las ilusiones muertas
el problema siempre ha sido
creer que existe un camino de vuelta.