¿Recuerdas la noche en la piscina?
Fue como ver a travéz de una cortina.
Te sentí conmigo, pude oirte.
Al borde de la muerte,
solo estabas tú.
Quise acurrucarme a tu lado,
hundirme en las aguas,
tocar fondo
y no volver a respirar.
Desde ese día todo ha cambiado
siento que nada ha vuelto a ser igual.
Desde ese día no pienso en nada.
No soy nada.
No hay nada más.