Sostienes mis manos,
me besas despacio,
luego de verme a los ojos.
Los ves brillando.
Se cierran durante el beso.
Yo suspiro y siento que vuelo.
Sabemos que es el momento perfecto.
El cansancio de los años
solo nos hiso más sabios
para entender todo esto.
Por esto tantos daños,
venimos por fin a sanar.
Después de extrañarnos tanto,
por fin te vuelvo a encontrar.
Se me eriza la piel,
solo con pensarlo.
¿Cómo en este mundo
pueden dos personas
amarse tanto?
Una lágrima escapa de mis ojos.
Cariño, estoy cansada.
Llegamos hechos pedazos,
con el alma desgarrada.
Por eso hoy que te alcanzo,
hoy que la guerra ha sido ganada,
hoy lloro en tus brazos
tú me regalas tu mirada.
Ven, ven a ver el universo.
Ven a reclamar los versos
que te escribí de madrugada.
Eres tú, soy yo.
Somos los dos,
los cimientos de la casa,
lo que toca amueblar.
Somos un hogar
y agradezco por eso.
Soñando despiertos,
tan contagiosamente contentos.
Cuando te ries y me miras,
puedo estar por siempre haciendo esto.