Solo quiero canciones que suenen bien.
Ritmos calmados y angelicales.
Solo quiero un sonido acogedor,
porque en las palabras todo se corrompe.
Me pierdo siempre en los bordes,
de cada consonante que absorben
las mentiras que se esconden
siempre entre letras mezcladas.
Las palabras no valen nada.
Todos mienten
por un poco de algo a cambio.
Todos tienen dientes,
si les eres útil se retractarán de usarlos.
Pero ahí están siempre,
bien afilados.
Y la utilidad de tu ser,
es altamente variable,
porque ya estás cansada
y no quieres comprar el amor de nadie.
Ya vas a tu aire,
tú eres tu propia canción,
ya no buscas atención,
ni más chicos cobardes,
ni más amores de estación,
ni otro "amor perfecto"
al que llegaste tarde.
Ya te tomas los defectos
con la misma calma
con la que te tomarías un té.
Ya tus mañanas las duermes sin culpa,
y en las tardes es el trabajo
y no una mala pasión,
lo que te cansa.
Ya vas notando como se calmó tu alma.
Tal vez es porque eres mayor,
o porque no estás para farsas.
Ya recorriste cada rincón
y en los humanos no hay nada.
Están vacíos de todo.
Sabes que del dolor,
no sale ningún salvador,
solo tú, y te amas.