Nadie entiende la canción que estoy cantando
y las dos voces dentro de mi cabeza siguen peleando.
¿Cómo sobrevivir a tanto desastre
sin volverte parte de él?
Yo misma soy un pequeño desastre
que no se quiere extender.
Saquemos algo bonito de todo esto,
susurró un demonio en mi oído.
Llorando tuve que responderle:
¿Sacar qué de donde?
¿No ves que todo se ha ido?
Las partes de mí que se esconden,
las metáforas sin sentido...
en búsqueda de la belleza
ya nisiquiera nos sentimos vivos.
Me has convertido en una muñeca.
Se aceleran y atropellan mis latidos.
Plástico, plástico hermoso, pero plástico.
Sigues sin entender lo que digo.
Ponme de adorno en el salón,
sube una foto conmigo.
Tan linda como aquel jarrón,
tan rota como el short descocido.
Tan amada como la luz,
tan sumergida en el olvido.
Quita el polvo de mis ojos,
porfavor te lo pido.
Deja las estrellas salir,
si vuelvo a ser carne,
si se reajustan los latidos.
Porfavor te lo pido.
Regálale mis estrellas
a los niños domidos.