All This Time - Daryl Dixon [traducida]

Capítulo 1

Día 1

Cuando oí sonar el teléfono, estaba preparando la mochila y el petate. Con respiraciones profundas y constantes, mis movimientos eran tranquilos y metódicos. Ya tenía un conjunto de ropa, unos cuantos térmicos, pantalones, camisetas y ropa interior.

Todas las armas estaban metidas en la bolsa de lona, junto con munición de repuesto y dos juegos de cuchillos arrojadizos. Me revolví el pelo por encima del hombro mientras cogía el móvil, pensando en qué otras cosas necesarias debería meter en las bolsas.

"SSA James, al habla", mi voz era uniforme y precisa. Cogí una linterna y me la metí en el bolsillo lateral de la mochila. Hubo gritos al otro lado de la línea y se oyeron disparos que me helaron la sangre.

"¡Elena! ¿Has visto las noticias?'' Era Michelle, mi mejor amiga desde hace muchos años. Nos conocimos en el trabajo hace años y congeniamos al instante. Aunque hemos trabajado en diferentes departamentos, eso no impidió que nuestra amistad floreciera. En este momento, ella estaba gritando órdenes y respirando pesadamente en el teléfono.

"Claro que sí, también vi lo que estaba pasando fuera de mi ventana", resoplé riendo, me sacudí el malestar y me dirigí a la cocina. Sujetando el teléfono por el hombro, empecé a sacar comida de los armarios y a analizar qué duraría más. ''Me dirijo a Atlanta ahora mismo. Jackson me llamó justo antes que tú''. Los disparos, al otro lado, se hicieron más fuertes, y los gritos se volvieron más aterradores.

"Michelle, ¿sigues ahí? ¡¿Qué está pasando?!'' Normalmente estaba tranquila, y era difícil desequilibrarme, pero ahora, empecé a darme cuenta de lo serio que era todo. Temía por mi amiga.

"¡Elena, no hay tiempo! DC está invadido, perdimos contacto con los demás''.

Me detuve y tragué saliva. Sabía lo que estaba tratando de decir, y mi respiración se aceleró. ''Michelle, te quiero. No podría desear una amiga mejor''.

''Yo también, dirígete a Atlanta, mantente a salvo e intenta confiar en la gente. No puedes hacerlo sola.''  Antes de que Michelle pudiera decir nada más, se cortó la comunicación.

Me temblaron los hombros de un llanto silencioso, con las dos manos agarradas con fuerza al mostrador. Esa sensación en mi interior, como si alguien intentara arrancarme el corazón y me estuviera estrujando las tripas, la sensación de dolor que conocía demasiado bien, fue la razón principal por la que decidí no volver a encariñarme con nadie. Dejé escapar un sollozo incontenible y unas cuantas lágrimas se deslizaron por debajo de mis párpados.

Pasaron minutos hasta que conseguí recomponerme, secándome las lágrimas de las mejillas. Me recogí los largos rizos rubios en un moño alto y terminé rápidamente de hacer la maleta. Cuando salí hacia el coche, supe que nada volvería a ser lo mismo.

Sin mirar atrás, puse el coche en marcha y me dirigí hacia Atlanta.

...

La autopista que lleva a la ciudad estaba abarrotada y los coches llenos de gente. Algunos estaban aburridos e impacientes, mientras que otros empezaron a mostrar signos de pánico. Mi coche estaba en la línea exterior, con el motor apagado, y yo masticaba lentamente una barrita de cereales. Me aparté unos mechones de pelo de la cara y cogí la radio que estaba en el lado del acompañante, la encendí y la puse en el canal adecuado.

''Aquí el agente James, transmitiendo a la base de Atlanta. Por favor, respondan", expresé con determinación. Ya lo había intentado al menos cinco veces en las últimas dos horas, pero sin ningún efecto. Finalmente, decidida, abrí la puerta, salí del coche, comprobé si mi pistola estaba en su sitio y me acerqué al asiento trasero para coger un cuchillo de caza de mi bolsa de lona. Conduje durante tres horas antes de llegar a donde estoy ahora, y me fijé en algunas cosas de la carretera.