Cuando Jimena, una chica enamoradiza, se encuentra nuevamente frente al desamor, le llega un extraño mensaje, indicándole que el gran amor de su vida ya lo ha besado.
¿Qué puede hacer ahora para saber cuál de todos es?
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Al día siguiente, María ingresa a la casa de los Urich y luego de dejar sus pertenencia en un closet y ponerse el delantal, comienza a preparar el desayuno. Mientras acomoda la mesa toma el periódico para colocarlo en el lugar donde Jose Luis se sentaría, antes de dejarlo finalmente algo llama su atención en la portada, el apellido "Urich", esto hizo que rápidamente lo desdoblara, luego de leer velozmente el titular completo, se llevó la mano a boca por el asombro, se debatía entre colocar el periódico o no hacerlo para que Jose Luis lo viera al desayunar.
El titular decía "Urich ¿sin control?", María no pudo con la curiosidad y busca en el interior del mismo para leer la noticia completa, como si fuese posible su boca se iba abriendo más y más. Luego suena el timbre era Roxana.
—Buenos días señora Roxana, los jóvenes aún duermen.
—Despiértelos ya mismo, es urgente.
—¿Es sobre la noticia de...
—Eso y algo más, es urgente, apúrese.
—Permiso —dijo María mientras emprendía camino a los cuartos de Jose Luis y Sofía.
Jose Luis se levanta mientras se va poniendo una polera encima, Sofía intenta acomodarse un poco el cabello.
—Vos estuviste llorando en la noche —le preguntó Jose Luis a su hermana cuando la encontró en el pasillo.
—Un poco —respondió ella.
—¿Qué paso?
—Prefiero hablarlo con Jimena, si no te importa.
—Claro, todos prefieren a Jimena, pero ¿cuándo puedo tenerla yo?
—Calma con esos celos, que no sepás tener tiempo de calidad con ella no es problema mío.
—Jose Luis, Sofía, necesito hablar con ustedes, urgente —dijo Roxana, quien los estaba esperando todavía de pie en la sala.
—Me esperás que me dé una ducha —preguntó Jose Luis.
—No, lo que tengo que decirles no puede esperar, hay un par de problemas que tenemos que resolver.
—¿Qué clase de problemas? —preguntó Jose Luis preocupado.
—Creo que yo sé de uno —dijo Sofía tomando el periódico y escondiéndolo en su espalda para que su hermano no lo viera.
—Seguro que sí, pero el que involucra a tu hermano es aún mayor.
—¿Qué pasa? —dijo Jose Luis.
—No sé como decirte esto.
—Por el principio, es lo más lógico.
—Bueno, resulta que estaba pasando a uno de los canales la información para un programa, información para que unos funcionarios de la empresa salgan al vivo en un programa, y la verdad me tomaron de sorpresa y sin querer aprobé un contrato a nombre tuyo para que vos seas el protagonista.
—El vocero querrás decir —la corrigió él.
—Podés llamarlo como querrás, te quieren al frente de la pantalla.
Jose Luis se agarra la cabeza, hacía mucho tiempo que no salía en la tele. Se había distanciado de ese mundo.
—Demonios —dijo ahora frotándose la barbilla, deseaba continuar así, sin tener que estar frente a las cámaras.
—En verdad, no tienes ni idea, lo apenada que estoy, pero... sabes que debemos repuntar la imagen corporativa y que no asistas, bueno sería dar dar un mensaje negativo...
—No hay problema, iré, me pasas toda la información que se necesita y por esta vez puedo ser el vocero, pero deseo mantenerme al margen para próximas presentaciones —dijo lamentándose.
—¿Estás seguro? —dijo ella actuando como si se quitara un peso de encima.
—Sí, claro —dijo él.
—Bueno, entonces te voy a enviar por correo la información pertinente. Y necesito que me firmes estos contratos.
—Bueno dejámelos para que los revise —dijo restregándose los ojos.
—No, no, no, no tengo tiempo, tengo que llevarlos ya mismo.
—Esta bien, ¿dónde firmo? —Jose Luis Firma los contratos sin leerlos— ¿y el otro problema?
—Ah, el otro lo puedes resolver con tu hermana, que ella te explique qué fue lo que pasó, de todas maneras ya tengo a los encargados de comunicación trabajando en el asunto.
Roxana sale de la casa.
—¿Qué hiciste? —le pregunta a su hermana, en búsqueda de una explicación.
—Le di a alguien su merecido.
—¿Qué? De qué estas hablando, ¿podes ser un poco más clara por favor?
—La verdad que no quiero discutir con vos este tema, prefiero hacerlo con Jimena, como ya te expliqué, además tenés que sentirte orgulloso de que tu hermana sabe cuidarse.
Sofía se va a su cuarto, y deja a Jose Luis con más preguntas que antes.
Roxana al subir a su auto llama por teléfono.
—Cómo estas querido, confirmadísimo, el programa se hace y el contrato ya está firmado ¿Cuál es el porcentaje que voy a recibir? ¿Vos estás loco? Con el 20% no saco nada, vas a ganar buenos pesos, mirá que si no mantenés contento a los protagonistas te quedás sin show, ¿eh? Quiero el 40%, si el 40%, y si me seguís queriendo tomar el pelo el porcentaje sube, aparento ser joven pero vos sabés que no nací ayer... Listo paso ya mismo voy por tu oficina para que ultimemos los detalles, y hoy mismo lo lanzamos al vivo. Si, si, tiene que ser hoy mismo, no hay tiempo que perder.
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