Cuando Jimena, una chica enamoradiza, se encuentra nuevamente frente al desamor, le llega un extraño mensaje, indicándole que el gran amor de su vida ya lo ha besado.
¿Qué puede hacer ahora para saber cuál de todos es?
Catalina llama a Jimena al teléfono. Jimena atiende recién despertando.
-Nena, yo sé que me dijiste clarito que no querías que te ponga al medio, pero realmente necesito tu bobo cerebro para que me ayude a entender una cosa -Catalina estaba acelerada.
-Ya tranquila, necesito que me ayudes a entender a tu hermano.
-¿Y qué pasa con él?
-Voy a tu departamento para que desayunemos juntas.
-No estoy en mi departamento -dijo Jimena acariciando la cabeza de Pablito.
-¿Ah no? ¿Y dónde estás?
-En la casa de mi prometido, ¿dónde más voy a estar a ésta hora de la mañana? -acotó Jimena con una sonrisa mientras observaba el anillo de compromiso que llevaba en la mano.
-Mirá vos que, rapidito se te pasó lo de Emanuel ¿no?, yo sabía que ese no había dejado huella ... cambiando un poco de tema ¿Qué tal eh?
-¿Qué tal con qué?
-Hay no te hagás la sonsa -dijo Catalina con una curiosa sonrisa.
-No te entiendo, que no me haga la sonsa con qué.
-Pasaste la noche en la casa de tu prometido, supongo que hugo algo de acción, ñaca ñaca, ya sabes.
-¿Qué decís? nada de ñaca ñaca.
-¿Qué vos tampoco tuviste acción?
-No, dormimos con Pablito al medio.
-Ah osea que si el chico no se haya metido entre ustedes, si iba a haber acción, mirá que calzoncitos flojos resultaste ser -dijo con una sonrisa.
-Cállate, vos sos la menos indicada para darme esa clase de sermones.
-Cabalmente sobre ese tema te quiero hablar.
-¿Sobre sermones?
-No, sobre el ñaca ñaca, nos vemos en 20 minutos en el restaurant.
Jimena cuelga el teléfono y luego despierta a Pablito.
-Pablito, mi amor, tenés que ir al colegio.
-¿Para qué ir al colegio?
-Porque tenés que ir a aprender.
-Y eso para qué, si ya soy inteligente. Ya te digo Jimena, no entiendo para qué ir al colegio, ¿para qué?
-Igual, vas a ir, lo entendás o no, porque eso es lo que todo niño debe hacer, así que a alistarse, mi príncipe.
Pablito sale del cuarto y se va a su propio cuarto, Jimena toca la puerta al cuarto de Sofía y luego entra.
Sofía estaba sentada en su cama, pensando.
-Sofía, me podés prestar algo de ropa, ya no me va a dar para ir a mi casa.
-Claro, sacá lo que querrás.
Jimena se estaba cambiando, y le pregunta.
-A propósito ¿Qué tal te fue ayer?
-Un desastre -dijo Sofía ocultando su rostro.
-¿Tan mal estuvo?
De pronto Jose Luis grita.
-¡¡SOFÍA!!
-Jimena por favor cubrime, llévame con vos, protégeme de mi hermano.
-¿Pero qué pasa? -dijo sin entender.
-Te cuento después, por favor cubrime ¿si?
En ese momento entra Jose Luis al cuarto de Sofía, mientras esta da un grito de terror ahogado, Jimena aún se estaba terminando de abotonar la camisa.
-¿No sabés tocar vos? -dijo Jimena, tratando de ayudar a Sofía no sabía de qué.
-Parece que no ¿Sofía me podés explicar por qué estás en el periódico?
-Bueno ya sabés de dónde sacó Pablito esa manía de entrar sin tocar la puerta -dijo Jimena.
-Jimena, ahora no por favor, necesito saber esto, necesito saber qué hace mi hermana en la portada del periódico más grande de circulación nacional, en la puerta de un hotel, pelando con su novio a los puñetes y a medio vestir. ¿Y bien? Estoy esperando una respuesta.
Jose Luis estaba furioso. Sus ojos habían cambiado de color, su respiración agitada, y sus puños blancos de tan fuerte que los estaba apretando.
-Bueno te va a llegar por correo dentro de un par de horas, una vez la haya redactado.
-¿Qué? ¿De qué me estás hablando? -preguntó él alzando la voz y confundido.
-Tengo que consultar con mis abogados, todo lo que diga será y podrá ser usado en mi contra. Chau nos vemos más tarde -dijo haciéndole lance y saliendo de su cuarto.
-¿Ves cómo me trata? Soy el hombre de la casa, pero nadie tiene el mínimo respeto conmigo.
-Yo te respeto, mi amor -dice Jimena dándole un beso.
-Si, pero anoche, me quedé con las ganas de ... -le dice algo al oído, algo que en cuanto Jimena lo escucha se le abren los ojos.
-Mi amor, esa boquita -le da un beso- me encantaría quedarme, pero la verdad es que me están esperando en el restaurante, y ya estoy algo atrasada, pero hablamos más tarde ¿si?
Jimena recibe un mensaje en el celular.
"Te espero afuera" era de Sofía. Jimena termina de alistarse rápidamente, y luego de darle un corto beso a Jose Luis en los labios sale de la casa.
-Es el colmo, es el colmo, mi hermana me ignora, mi novia, no me da ni pelota.
-¿Sabés cual se tu problema? Que te ves algo nervioso, tenés que relajarte un poco más. Actuar como un hombre. Seguí mi ejemplo -le dijo Pablito.
-¿Qué? ¿Ahora el mocoso me va a dar consejos de conquista?
-Momento, momento, nada de mocoso, yo solo soy mocoso cuando me resfrío, después soy el príncipe de las chicas, tu novia me lo confirmó hoy al despertarme. ¿A vos te llamó príncipe? Creo que no, ubícate cachorro, te falta mucho.
Jose Luis se quedó atónito.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.