Jimena llega al auto de Jose Luis y lo abraza. Él está afligido, y ella busca contenerlo
—Tranquilo, vamos a buscar la manera de solucionar esto.
—Jimena, la única opción que tengo es casarme con Romina y no quiero, yo en verdad no quiero.
—¿Y si te casa conmigo? —lanzó Jimena.
Las palabras salieron como escupidas de sus labios.
—Me estas diciendo que... —los ojos de José Luis se llenaron de un brillo inexplicable, sus tristes ojos grises ahora mostraban otro matiz, un color diferente, como si la alegría tuviera ahora un color propio.
Jimena aún estaba nerviosa por las palabras que acababa de decir, sus manos estaban frías y temblorosas.
—Vos te ofreciste a ser el padre de mi hijo ficticio sin ser el padre biológico, yo me ofrezco a casarme con vos para evitar que vayas a la cárcel y evitar que Pablito vaya a un orfanato. Si conseguimos un buen abogado quizás podamos demostrar que no somos cómplices de fraude y no vamos ninguno a la cárcel.
—Gracias —dijo tomando las manos de ella, luego el rostro de felicidad se extinguió y continuó diciendo— pero, mi padre me dejó un listado de cosas que mi futura esposa debe tener, y te falta una —Jimena seguía tensa— tienes una deuda en el banco por tu departamento.
—Lo que debo no es tanto, mi abuela me dejó una herencia y con eso pague casi el 70% del departamento, solo me faltan pagar unas cinco cuotas, puedo pedirle prestado a mi padre o a mi hermano.
—¿En serio? —preguntó José Luis, quién no salía de su asombro.
—Claro —dijo ella con una amplia sonrisa, estaba nerviosa, pero la parte difícil ya lo había dicho.
—Hay algo más, Roxana cree que te vas a casar conmigo por el dinero —dijo él bajando la mirada y apretando los puños.
—Pero eso se arregla muy fácilmente, se hace un acuerdo prenupcial y listo, digo, si es lo que quieres —aún estaba en duda, nos sabía si él quería casarse con ella por la herencia o porque realmente quisiera estar con ella.
—¿Qué es eso? —preguntó José Luis.
—El concepto no lo tengo claro, lo vi en una película, es algo así como que tus bienes y tu dinero van a seguir siendo tuyos si es que nos divorciamos.
Jose Luis besó a Jimena en la frente y luego llamó a Sergio por el teléfono.
—Sergio, explícame cómo es eso del acuerdo Prenupcial, no, no, no en castellano, ¿sabes qué? espérame ya subo a tu oficina.
Jose Luis miró a Jimena, le tomó de la mano y le dijo.
—Tengo tu anillo en la casa. ¿Me acompañas?
Jimena aún en shock solo movió la cabeza y salió del auto. Ella sonreía internamente. disfrutaba ese momento de felicidad, y lo atesoraba en el corazón. ¿El ya tenía un anillo en casa? Pensó que quizás ya tenía un anillo listo porque sabía que tarde o temprano tenía que casarse, con ella o con cualquiera. Borró su sonrisa por un instante. Luego sacudió de su cabeza esos pensamientos y se dijo <<Vive el momento>>.
Los dos, tomados de la mano van hacia la ofician de Sergio. Se sentía bien sentir su mano con la de ella.
—Wow, en verdad sos tan linda como Jose Luis te describió —dijo Sergio con una amplia sonrisa mientras le extendía la mano. Jimena se sonrojó. ¿Jose Luis ya le había hablado de ella?—, hola soy Sergio. De quién fue la idea del acuerdo prenupcial.
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Cansada de besar sapos
Non-FictionCuando Jimena, una chica enamoradiza, se encuentra nuevamente frente al desamor, le llega un extraño mensaje, indicándole que el gran amor de su vida ya lo ha besado. ¿Qué puede hacer ahora para saber cuál de todos es?