Terry
A pesar de que él mismo le solicitó ayuda, no esperó que se presentase esa mañana. Una preocupación menos, ahora podría dejar a Lys a su cuidado. No se detuvo a explicarle qué hacía Finnegan en su apartamento, pese a que ella le insistió al forense para que se quedase con ellos un rato más. Por suerte, este se rehusó, hasta que su mamá al fin cedió y lo dejó ir. De ese modo, tampoco le preguntaría a él.
Se despidió de ellas y se dirigió al Ministerio Público. Al ingresar a la Fiscalía, Terry se dio cuenta de que el puesto de Rosalía se encontraba vacío. Negó y pasó de largo. Si le había dicho que los permisos urgían, esperaba no tardase mucho en llegar y tuviera una buena excusa para ello.
Se comunicó con uno de sus compañeros para que lo pusieran al tanto de las noticias que tenían acerca de las entrevistas pendientes a los vecinos de Cordelia. Por más que quisiera, no podía realizar todas por sí mismo. Menos si todavía tenía varios asuntos por resolver. De las que ya estaban, solicitó que las transcripciones le fuesen enviadas de inmediato.
Se había abierto una línea para que quienes hubiesen visto algo por mínimo que fuera, se pudieran comunicar. También pidió que le entregaran la lista de esas llamadas, no era muy larga. Las habituales trataban de desconocidos que merodeaban sus viviendas a horas tardías, mientras que otras solo eran paranoias alimentadas por el reciente caso, y más si se tenía en cuenta lo que ocurrió en las proximidades de sus hogares. Aunque, a veces, estas resultaban en pérdida de tiempo, no podían descartar ningún detalle por si fuese verídico y servía de ayuda. Después de todo, algunos asesinos suelen regresar a la escena del crimen.
Una vez dio esas indicaciones, trató de cuadrar las horas indicadas con los hechos, y agregó la información recabada. Abrió el archivo que le mandó Finnegan para anexar al expediente, puesto que, por el estado en el que se encontró el segundo cuerpo, se tuvo que recurrir a odontología, y los resultados, al fin, estaban listos.
Con el primero fue más fácil dar con sus familiares, debido a la denuncia levantada por desaparición. El área de Finnegan fue la que se hizo cargo de dar parte, después fue turno de él de abordarlos, sin embargo, con el hombre no había señales de que alguien lo estuviese buscando, y sin pertenencias sobre este, se complicó. Hasta ahora. Los datos fueron ingresados al sistema, y con las noticias, se esperaba que algún familiar pasara a la morgue para que hiciera el reconocimiento.
Terry extendió los documentos sobre el escritorio y procedió a repasar la información de la que disponía. De acuerdo con esta, se trataba de Carter Smith, de treinta y ocho años. Comenzó a tirar por ahí. Más adelante, descubrió que era gerente de una tienda de electrodomésticos. Además, era casado. Lo último ya lo suponía por la alianza dejada atrás. Tocaba encontrar a su cónyuge.
Buscó el número telefónico de la compañía en la que trabajó el hombre y pidió que lo comunicaran a Recursos Humanos. Una vez que se pudo contactar con el encargado del área, le solicitó la información de contacto de Carter para localizar a sus familiares. Era extraño que ni siquiera hubiesen notado su ausencia, pero ahí descubrió que no les preocupó su desaparición porque él había solicitado sus vacaciones, es más, esperaban que no regresara hasta los próximos dos días.
¿Su familia también lo creía de vacaciones?, de ser así, ¿con cuánta antelación había sido planeado esto? Anotó los datos nuevos para tratar de darle sentido al cronograma de acciones y se dispuso a indagar sobre él. Estudió la fotografía de la escena del crimen con atención una vez más por si hallaba algo que no consideró antes.
Negó, todo ya lo había catalogado.
Verificó los estados de cuenta de Carter Smith por los últimos movimientos bancarios realizados. Sin embargo, no se había efectuado alguno ni antes ni después de su deceso. Así que, dinero no, lo cual tenía sentido, tampoco fue ese el móvil con Zaira y Cordelia. Desde un principio descartó que fuese homicidio en serie sexualizado, ya que no hubo rastros de violación en las autopsias.
ESTÁS LEYENDO
Muerte a cada paso
Misteri / Thriller«Las desgracias vienen de a tres» ¿Será cierto, o solo es la antesala al infierno por venir? Bastian Finnegan es un forense casado con su trabajo, o eso pensaba. No tiene mucho que se unió para ayudar en el caso que le ha puesto los pelos de punta...