Capítulo 9

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Anoche fue toda una novedad. En primer lugar, Axel me pide salir y en el segundo está este mismo chico escabulléndose en mi cama. Por lo menos no pasó nada más, aunque teniendo en cuenta lo que soñé unos días antes, esto fue incómodo para mí.

Creo que alguien quería ir más allá de dormir en la misma cama.

Pues, sí... ¡¿Pero, qué carajos estoy diciendo?!

Emmm.

Silencio.

Ah pues, vale.

Me senté en la cama. Eran alrededor de las 9:00 de la mañana, recién me despertaba. Me estiré un poco y me llevé una mano a la boca para bostezar. Me levanté y acto seguido busqué una ropa para llevar a la cita. Una a la cual no recuerdo aceptar ir, bueno creo que dije "Está bien" y supongo que eso cuenta como un "sí". Me dirigí al baño de todos modos. Me lavé los dientes y me di una ducha rápida.

Me secaba el cabello con una toalla cuando escuché una notificación llegar a mi celular. La pantalla se encendió.

Axelito: Holaa. Lleva un bikini a la cita ;)

¿Por qué carajos tengo el número de Axel en mi celular si yo no se lo pedí?

Axelito: Si te preguntas por qué tienes mi número y yo el tuyo, es que ayer tomé tu teléfono mientras dormías y guardé mi número.

Me llegó otro mensaje de él. ¿Me leyó la mente a través del celular o qué? Solté un bufido.

Yo: 1- ¿Bikini para qué?

Axelito: Ya verás :)

Yo: 2- No vuelvas a tomar mi teléfono o tendrás problemas.

Axelito: Deberías ponerle contraseña.

Él tiene razón, querida Ara.

Suspiré y dejé el celular en la mesita de noche, justo donde se encontraba antes de los mensajes.

Si se preguntan por qué no vamos a la escuela un lunes, mis queridos niños, la cosa es que hoy no se debe ir a la escuela puesto que es feriado por el Día de la Independencia o algo así. No estoy muy informada cuando se trata de fechas importantes del país.

***

Un auto vino a recogerme. No se veía nada hacia dentro. Las ventanillas fueron bajando hasta verse quien estaba allí. Axel.

El chico me sonreía. Él vestía una camisa de verano con palmeras y soles además de un short igual. Su cabello apuntaba a todas las direcciones posibles. Como siempre se veía muy bien. Su cabello desordenado lo hacía ver más guapo de lo que ya era.

Axel abrió la puerta del copiloto para mí.

—Te ves muy hermosa hoy. Bueno, siempre te ves muy hermosa —habló él.

—Sinceramente, no lo creo —dije yo, encogiéndome de hombros y subiendo al coche.

Cerré la puerta del vehículo y él pisó el acelerador cuando se acomodó en el asiento del conductor. Nos pusimos en marcha. Prácticamente no había mucho tráfico, pero igual tardamos en llegar. Enarqué una ceja cuando miré a mi alrededor.

Estábamos en un puerto. Habían muchos barcos y yates alrededor. Un hombre llegó corriendo suavemente al lugar donde nos encontrábamos. Hizo una especie de reverencia hacia Axel. Este suspiró y rodó los ojos.

Billonaire [Parte 1 y 2] (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora