Capítulo 4

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En definitiva hoy sí tocaba dar clases. Lamentablemente todo no puede ser perfecto. Me sorprende que a mitad del día no haya hecho ninguna cosa torpe. Me sorprende muchísimo más no haberla hecho en tres días que llevo aquí.

Tuve la oportunidad de escoger dos ramas del arte: literatura, danza, artes escénicas, pintura o canto, para especializarme en eso. Al final me decidí por literatura y pintura ya que literalmente vivo para eso —en el caso de la literatura—. En estos días no estaba muy inspirada para dibujar o algo y tampoco tuve tanto tiempo para leer.

Resulta que me encontré con Axel en la biblioteca de la Universidad. Él buscaba unos libros para hacer una tarea que le asignaron en grupo o eso supuse por el estado en que se notaba.

Yo estaba sentada en una mesa alejada de él, leyendo un libro. No me atreví a acercarme. Está ocupado y metido en sus asuntos. No quise interrumpir. Su cabello estaba desordenado, se veía agitado. Me da un poco de miedo saber que a mí me tocará hacer lo mismo en el próximo año.

Ayer me dió curiosidad y busqué el significado de su nombre. Creo que se nota que me gusta saber los significados de los nombres.

Axel es un nombre masculino de origen escandinavo, muy usual en Dinamarca y Suecia desde el siglo XI. Es la abreviatura de Absalón, el hijo del rey David, cuya traducción es 'el padre es paz'. Google me dió esa información. Definitivamente Google todo lo sabe.

Contemplé al chico mientras se iba a cualquier lugar. Seguí leyendo lo que tenía delante cuando escuché la silla a mi lado deslizarse hacia atrás.

—Vaya, vaya. ¡Qué sorpresa! —La voz del chico que parece la mezcla de los hermanos Cash me desconcentró.

—Oh, hola, Andreik —saludé y actué con naturalidad, aunque por dentro me estaba muriendo de vergüenza.

—Sobre lo que pasó la primera noche...

—No pasó nada. Eso no pasó jamás, ¿queda claro? —Lo interrumpí. Sentía mis mejillas arder.

Andreik suspiró y asintió.

—¿Qué lees? —preguntó él después de un rato.

—Es un libro de mi escritora favorita, no quiero aburrirte. —Le resté importancia. Estos temas normalmente aburren a la gente.

—Tranquila, no me aburres —aseguró y se apoyó en la mesa, colocando sus codos sobre la superficie de esta para luego sostener su cara y mirarme fijamente—. ¿Quién es tu escritora favorita?

—Su nombre es Cheryl Smith o como es su nombre de casada Cheryl LeBern —expliqué yo.

—Yo la conozco —mencionó él con sorpresa.

—Venga ya, no tienes que mentirme. —Golpeé amistosamente su hombro.

—Hablo en serio. Ella es mi tía, bueno, la mejor amiga de mi madre adoptiva —aclaró muy serio.

Me quedé boquiabierta al instante.

—Ella es la madre de Axel y sus hermanas. —Añadió.

—¿Qué pasó con mi familia? —cuestionó Julia, apareciendo de repente—. Hola, Dreik. Hola, Ara.

—Hola —murmuró el chico.

—¡¿Tu mamá es Cheryl Smith?! —pregunté yo dirigiéndome a la chica.

—Pues sí, ¿ahora te enteras? —respondió la chica e hizo un gesto de incredulidad dirigido a mí—. Pensaba que eso lo sabía todo el mundo.

—No. Puede. Ser —pronuncié creando pausas entre las palabras.

Billonaire [Parte 1 y 2] (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora