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Síntesis elaborada sobre la base de frases y párrafos resaltados con color verde flúo, sobre un

trabajo fotocopiado de una revista mexicana de medicina legal. El trabajo mencionado se

titula: "El problema de la rigidez cadavérica en la elaboración de necrorreseñas, y otros

informes". En este caso no hubo acotaciones que pudieran ser transcriptas, sino párrafos

resaltados que se indican entre paréntesis.

La temperatura corporal desciende durante las doce horas posteriores a la muerte a razón de

un grado por hora. 

En las doce horas siguientes el descenso es menor, casi la mitad. Claro que si el cuerpo ha

estado sumergido en agua, el enfriamiento del cadáver es mucho más veloz. (Párrafo

resaltado.) 

Los datos relacionados con el enfriamiento del cuerpo, así como el rigor mortis o el livor

mortis, son indicadores de la fecha y hora en que se produjo el deceso. 

El rigor mortis, o sea, la rigidez típica de quien está muerto, se produce por un proceso

químico. La química interna del cuerpo cambia de un estado ácido a alcalino, y los músculos

se tensan. El proceso de tensión se inicia en los párpados, baja por la cara, un poco después

el tronco, y finalmente las piernas. 

Una vez que se completa el ciclo de rigor mortis, el cuerpo sin vida presenta la rigidez de un

tronco. (Resaltada la palabra "Tronco".) Pero el cadáver no se queda así eternamente. Doce

horas después de completado el proceso que lleva el rigor mortis, se produce otro proceso

ácido y el cadáver empieza a relajarse. Y lo hace en el mismo sentido que el anterior.

Primero se relajan los párpados, después la cara, el tronco, y por último las piernas. 

El livor mortis es un proceso anterior, muy útil para determinar la hora de la muerte. En el

momento en que se detiene el corazón, y por lo tanto la circulación sanguínea, la fuerza de la

gravedad hace que los glóbulos rojos desciendan hasta las partes del cuerpo que están

apoyadas en el suelo. Es por esto que cerca de las dos horas después de producida la muerte

el color se fija en esas zonas por rompimiento de los glóbulos rojos que invaden los tejidos

cercanos. Cuando la muerte fue por envenenamiento, el color es muy intenso. Cuando se usa

cianuro, el color, en cambio, suele ser rosado. Y en las muertes con monóxido de carbono,

las partes inferiores del cuerpo presentan un color rojo brillante. 

Claro que todo cambia si el cadáver tarda en aparecer, y entonces su estado dependerá del

lugar donde estuvo todo ese tiempo. (Párrafo resaltado.) 

 Si se encontraba en un lugar cálido y seco, los tejidos no se descomponen sino que se secan.

Es el caso de cuerpos colocados debajo del parquet o dentro de roperos. Si en estos lugares

el aire corre adecuadamente, se completa el proceso de secado con mucha rapidez. Es como

si el cuerpo se achicharrara, el denominado efecto "pasa de uva", pero los rasgos de la

persona se pueden ver con bastante nitidez a pesar de que hayan pasado años.

Si el cuerpo queda al aire libre o, aunque enterrado, está ubicado a poca profundidad, el

proceso de descomposición se favorece. Las bacterias pululan en esos ambientes cálidos y

húmedos. En cambio en tumbas profundas, la falta de circulación de aire hace que las

bacterias no se desarrollen y el proceso de descomposición sea mucho más lento. 

Las personas jóvenes o con exceso de peso se descomponen con mayor rapidez, por la

presencia de grasa en su cuerpo. 

Pero qué pasa cuando un cadáver se encuentra sumergido en el agua. (Párrafo resaltado.) 

Al encontrar un cuerpo en el agua, no importa en qué circunstancias, lo primero que

determinan los forenses es si la víctima murió ahogada, si murió por hipotermia al haber

permanecido en el agua fría, o si ya estaba muerta antes de caer o al ser arrojada al agua.

En el caso de que haya muerto ahogada, los pulmones estarán llenos de agua; en los otros

casos, no. 

Pero el proceso de descomposición, en todos los casos mencionados en el párrafo anterior, es

similar y muy distinto del de los cadáveres que quedan al aire libre o enterrados. Hay varios

detalles por considerar. Por empezar, el enfriamiento es mucho más violento y el cadáver se

enfría en pocas horas. La lividez post mortem no presenta sus características habituales: la

piel del cadáver es de un blanco anormal, y presenta la llamada "piel de gallina", ya que los

folículos de los pelos se erizan. A su vez, el rigor mortis tarda más en aparecer, así como en

desaparecer. Un cuerpo muerto puede estar hasta noventa y seis horas sumergido sin que

desaparezcan todos los indicios del rigor mortis. 

 Después de seis o siete días de muerte bajo al agua, se produce otro proceso químico que

origina que el abdomen del cadáver se llene de gases. Y un abdomen lleno de gases hace que

el cuerpo tienda a flotar y, por lo tanto, ascienda a la superficie. (Párrafo resaltado.)

Excepto que algas o algún otro elemento extraño lo atasquen para siempre en la profundidad

de las aguas donde yace. (Párrafo resaltado.) 

Tuya-Alicia PiñeiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora