Realeza Azul |• KookMin

Capítulo Seis

Jungkook bufó molesto, podría estar allí pero en su lugar estaba buscando a un mocoso que había huido.
Aunque siendo sincero, admiraba su valentía, o estupidez. ¿Acaso ese Omega creía que podría huir así como así de su destinó junto a él? Si él no pudo hacerlo por su cuenta, que le hacía creer a ese Omega que podría.

— Apenas pude ver tus ojos…— suspiró cabizbajo.

Fue allí cuando algo llamó su atención. A la lejanía una silueta muy conocida venía en su dirección.

— Maldito mocoso — bufó molesto bajando de su caballo— ¿Te sientes orgulloso de lo que provocaste?— preguntó llamando la atención del Omega quien se detuvo frente a él.

— Tú…

— Quince guardias te buscan por todo el maldito pueblo, incluso tu hermano está en la caballería — informo— ¿Qué tienes que decir en tu defensa?

Jimin suspiro cabizbajo.

— Son…

— ¿Son?— frunció su ceño.

— Mi caballo…escapó — susurro, sabía que ese infeliz había regresado al establo.

Seguro estaba enojado porque dió sus manzanas, sabía que no debía confiar en él cuando le pidio que lo esperara.

— ¿Podría llevarme de regreso al castillo? — miro al Alfa — Por favor — susurro.

Jungkook iba a objetar, pero al ver esos grises ojos supo que quizás no era el momento. El rubio no lucía nada bien y si algo le pasaba sería su culpa por haberlo dejado solo.
Dejando su enojo en segundo plano, extendió su mano la cual Jimin observó por varios segundos, antes de tomarla y subir.

Cabalgando de regreso al palacio, las lágrimas bañaron su bello rostro mientras recordaba las palabras de la bruja.

"Prepárate para que tú corazón se entregue a alguien que lo parta en dos, para que el dolor y la soledad sean tus únicos aliados"

"Solo así encontrarás lo que buscas"

"Solo espera la vida, ella será tu única salvación, porque las aventuras que tanto anhelas no están escritas en tu libro, y la felicidad con la que sueñas…dependerá de un hilo que tú mismo decides si cortar o tomar "

🍓🌼🍓

— Es un honor para mí con ustedes aquí presentes sus altezas — hizo una pequeña reverencia — Pedir la mano de su hermoso hijo.

Había practicado por horas ese estúpido discurso. Pensó que se equivocaría pero al ver la sonrisa de satisfacción de su madre supo que lo había dicho bien.

— Es todo un honor para nosostros entregarte la mano de nuestro pequeño príncipe — sonrió el rey — Cuida de él con tu corazón.

— Tenle paciencia, es algo especial — sonrió mirando a su hijo — Se que será tu eterna felicidad, te pido lo seas tú también para él.

Frente a sus ojos ambos reyes sonrieron amablemente lo cual le trajo algo de culpa a Jungkook quien asintió a sus palabras.

— Se lo prometo mi reina — susurro con una reverencia.

Después de pedir su mano, la cena inició con un gran banquete.

Aunque durante todas esas horas algo llamó la atención de Hoseok, y eso era el evidente cambio en el menor, o eso es lo que Hoseok pensaba al verlo en la mesa observando su plato lleno de comida y en silenció. Su pequeño hermano aceptó sus regaños por sus travesuras, se disculpó de rodillas y luego fue a su habitación a descansar.
Jimin no lucía nada bien, y no solo Hoseok podía notarlo, pues Taehyung también lo hacía.