Capítulo Veintinueve

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Jimin aún no sabía que había pasado para que ese tonto alfa tuviera un cambio tan repentino con él. A decir verdad una gran parte de él le decía que no debía confiarse mucho, y la otra que quizás debía arriesgarse.

No podía ocultarlo a estas alturas, le gustaba.

- ¿Por qué?- se preguntó en un bajo susurro mientras lo observaba dormir a su lado en la cama - Porque siento que si esto sigue avanzando, caeré por ti- suspiro quitando los cabellos del alfa de su rostro con delicadeza.

El sol aún no salía, pero él no podía seguir durmiendo después de su atrevimiento con ese Alfa. Había mucho que Jimin no entendía de la vida, y una de esas tantas cosas era el amor.
A medida que crecía solía jugar con Hoseok imaginando que ambos eran piratas que navegaban en busca de aventuras, una a la cual Taehyung se unió como un soñador más tiempo después cuando se conocieron. En ese entonces, ese siempre había sido su sueño, navegar en busca de aventuras.
Algo en su interior le decía que no estaba destinado a vivir como los demás, que había algo grande esperando por él y poco a poco Jimin comenzó a creerlo fervientemente.

¿Qué era el amor?

Era hacer lo que quería. O eso pensó hasta ese momento.

Encontrar a alguien en su camino era algo que veía lejano pero no renegaba, no le importaba si en medio de una aventura un apuesto hombre se cruzaba en su camino. Aunque las cosas cambiaron a ese punto, pues esa no era una aventura, más bien una obligación, y ese hombre no se cruzó en su camino, más bien fue puesto delante de él contra su voluntad.

¿Cómo podría llamar amor a algo que fue orquestado por los demás?

- Quisiera saberlo - suspiró mientras seguía observando su rostro somnoliento.

Esa noche era consciente de lo que hacía, quería entregarse a él como un deseo de parte de su Omega que él no pudo retener por más tiempo. Pero anoche, quizás fue diferente pues está vez fue más su deseo que el de su animal interno.

Quería que pasara, no se arrepentía de lo ocurrido más bien se sorprendió al darse cuenta que está vez fue algo verdaderamente consentido, en su mayoría, por él.

- ¿Por qué sigues despierto?- murmuró Jungkook con sus ojos cerrados.

- Tú- calló cuándo lo atrajo a su pecho en un cálido abrazo.

- ¿Sientes dolor? ¿Fuí algo brusco?- preguntó apenas abriendo sus ojos.

- Qué...no- susurro avergonzado.

- Pediré algunos calmantes para tí de todas formas- suspiró acariciando sus caderas.

- Ya deja de tocarme...

- Entonces duerme.

- Que molesto eres- murmuró con un pequeño puchero.

Jungkook rió y suspiró mientras seguía masajeando sus caderas haciendo que el cuerpo del Omega se relajará inconscientemente. Había olvidado lo bien que se sentía dormir de esa forma con alguien.

- Príncipe...

- Mmm

- ¿Puedo besarte?

- ¿Qué?- frunció su ceño levantando su cabeza para mirar al Alfa.

Jungkook abrió sus ojos y sonrió llevando su dedo pulgar al ceño fruncido del Omega dando un masaje para quitarlo. Jimin se relajó y siguió observándolo confundido. Aunque eso dejó de ser así al momento en el cual esos labios se unieron con los suyos en un cálido y corto beso.

- Eres tan hermoso...- acarició su mejilla a lo que Jimin cerró sus ojos.

- Y tú tan extraño - suspiró.

Realeza Azul |• KookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora