Realeza Azul |• KookMin

Capítulo Veintitrés

- ¿Cómo es que terminó allí?- murmuró mirando al Alfa en el piso envuelto en las sábanas.

Jungkook parecía no ser consciente del mundo porque seguía durmiendo tranquilamente. Aunque había una razón para su sueño pesado y esa era que había estado toda la tarde cuidando del Omega, y después de cena tuvo que realizar algunos deberes reales. Su madre le comunicó que necesitaba revisar las solicitudes de los pueblerinos. Se encargó de ello junto con Seokjin.

A decir verdad, sus días ahora eran muy ocupados. En cierta parte agradecía eso ya que no le daba tiempo para pensar demás.

- ¿Debería despertarlo?- murmuró por lo bajo y luego tomó el vaso con agua de la mesita de luz.

Con una pequeña sonrisa comenzó a volcarla poco a poco en el rostro de Jungkook quien fruncía su ceño con molestia mientras hacía muecas extrañas. Jimin rió sin poder evitarlo, pero se aprendió cuando esa cálida y gran mano, tomó su muñeca.

- ¿Te parece divertido?- preguntó adormilado Jungkook.

- Algo así...¿A ti?

- Park- se sentó - ¿Qué pasó?

- No lo sé, ya estabas allí cuando desperté.

- ¿Seguro que no fuiste tú? - lo observo con detenimiento.

Jimin negó ofendido..

- Ya quisieras...será mejor que te levantes ya, es tarde y Wheein dice que el desayunó estará listo en unos minutos.

Jungkook asintió y se levantó a duras penas, iba camino al baño cuando se detuvo a medio camino y volteó a ver al Omega en la cama.

- ¿Siempre eres así de lindo en las mañanas? Es injusto- murmuró antes de seguir.

Jimin frunció su ceño y luego se sonrojó por sus palabras.

- Alfa tonto.

[...]

El doctor vino a verlo esa mañana, ya se encontraba mejor y su herida también, le dijo que debía cuidarse un poco más pero no era tan necesario estar en cama, solo debía evitar realizar movimientos bruscos.
Jimin aún sentía algo de dolor, no era fuerte sino más bien algo molesto pero soportable.
Había desayunado junto con Jungkook pero este tuvo que dejarlo para su gusto por trabajo, Jimin agradeció a los cielos ya que pese a que el alfa no era malo con él, aún le costaba acostumbrarse a su presencia y amabilidad.

Había algo extraño en el repentino cambio de actitud de Jungkook.

- Quizás solo quiere comenzar de cero- dijo Wheein.

- Quizás solo me está probando- suspiró Jimin observando las flores en el jardín.

- Dele una oportunidad.

- No, cuando das oportunidades a otros es porque esperas más de ellos, no quiero esperar nada bueno de él, si eso pasa entonces pasará - la observó - Pero hay algo que no me cierra, hace días que no sale, ¿acaso no lo extraña?- se preguntó a sí mismo por lo bajo.

Se quedó por unas horas más dibujando algunas flores en su cuaderno en la compañía de Wheein, después de eso entró para la hora del almuerzo.

- Mamá ordenó un traje para esta noche, vendrán en unas horas por ti.

- Olvidé eso- suspiró bebiendo un poco de agua.

- Es molesto, pero es importante - murmuró Jungkook - Pero si no quieres ir puedo inventar una buena excusa.

- ¿Por qué harías eso?

- Porque tu salud en estos momentos es más importante para mi- dijo sin pensar tomando por sorpresa al Omega - No es necesario.