Realeza Azul |• KookMin

Capítulo Veintisiete

— Por cierto, ¿quieres seguir adelante con la investigación acerca de esos bandidos?— preguntó Seokjin — Puedo mover mis contactos un poco más.

— Hyung

— Casi mueres Jeon, no eres cualquier persona, eres el futuro líder de este reino, debemos hacer algo al respecto.

Yoongi asintió a las palabras de su Omega, por su parte, Jungkook solo suspiró.

— Me encargaré de esto por mi cuenta.

— Porque tan a la defensiva, ¿acaso hay algo que no nos dijiste aún Jeon?

— Será mejor que hables ahora — dijo Yoongi seriamente cruzando sus brazos sobre su pecho.

Jungkook se vio acorralado en ese momento por lo que se decidió a hablar sobre sus sospechas.

—No creo que sean los mismos, haya algo extraño — suspiro — Ese día querían a Park, dijeron que podía irme, que no me harían daño— miró a su primo — Su intención no era atacarme, nunca lo fue, al menos no hasta que los enfrente al intentar salvarlo.

—¿Y eso?

— Anoche dijeron algo que me dejó pensando…”Solo así aprenderás tu lección, no deberías meterte con lo que no te pertenece”

— Eso…

— Me querían a mi, ese día en el campo, y ahora su objetivo era solo yo.

— Quizás lo eras porque los desafiaste — suspiro Seokjin — Ese día te interpusiste en su plan de llevarse a Jimin, seguro ahora quieren acabar contigo y-

— No lo entiendes, esos hombres tenían espadas sin selló, sus ropas eran humildes como de cazadores, pero estos eran soldados, venían armados y aunque no ví un sello en particular, sus armas eran finas.

— Hablas de…¿otro reino?

— Exactamente.

Yoongi mantuvo su ceño fruncido hasta que algo pareció cobrar sentido y miró al alfa.

— Debemos irnos ya, salida a Jimin de nuestra parte — susurro — Aprovecha esto, no la cagues de nuevo

— Hyung — frunció su ceño paro Yoongi ya había salido de su despacho.

Seokjin, quien permaneció allí, miró a su primo con algo de lástima.

— Sé que es difícil para tí Jungkook — suspiro — Incluso me atrevería a decir que eres el más afectado en esto.

— No quiero hablar de ello.

— Cuando éramos pequeños solías decir que tú más grande sueño era ser libre de todo esto— sonrió al recordarlo— Eras tan terco que incluso tu madre ya no sabía qué hacer contigo.

— Lo sé — sonrió cabizbajo.

Jin miró a su alrededor en el despacho antes de volver a centrar su atención en él.

— Cuando un día me dijiste que estabas enamorado…te apoye, cuando semanas después quisiste confesarte, también te apoye— suspiró — Cuando él rompió tu corazón, también estuve allí.

— Creí que podría tener una buena vida con la persona que amaba — susurró.

— Kook, siempre he apoyado todo lo que has hecho, incluso cuando comenzaron a verse a escondidas, sabías a lo que te enfrentabas.

— Hyung, no podía dejarlo solo…prometí que lo cuidaría y verlo tan lastimado me hizo sentir que no había cumplido esa promesa — confesó — Quería protegerlo, quería buscar una manera en la cual pudiera regresar.