Realeza Azul |• KookMin

Capítulo Veintiuno

Ni bien llegaron, Jungkook cargo al Omega y lo llevó a su habitación mientras ordenaba que trajeran al médico real, Jimin se aferró a su camisa quejándose por lo bajo, el dolor y ardor era algo insoportable en ese momento.
Cuando Jungkook dejó al Omega sobre su cama, poco le importó manchar las sábanas con la sangre de este, en su lugar solo tomó la mano del menor entre las suyas.

— ¿En qué carajos pensabas Park?— preguntó con su ceño fruncido.

Esa flecha iba dirigida a él, si no fuera por Jimin la situación sería al revés y él estaría en esa cama agonizando en esos momentos.

— Si mueres, será por mis propias manos imbécil, no le daría ese gusto a nadie más — suspiró cerrando sus ojos.

— Señor — llegó el médico real a lo que Jungkook soltó la mano del rubio y se alejó para dejarlo hacer su trabajo.

Espero impaciente en el pasillo preocupado por él Omega. Namjoon llegó dónde él y suspiró.

— Lo encontramos.

— ¿Dónde está ahora?

— Ese es el problema señor, está muerto.

— ¿Qué?

— El pueblo vivió un mal momento, los niños que jugaban en el lago regresaron dónde sus padres asustados diciendo que había un hombre herido. Cuando los aldeanos fueron allí lo encontraron boca abajo, alguien se adelantó a nosotros y lo asesinó.

—¿Cómo sabes si fue el responsable?

— Llevaba su arco con flechas en su espalda, y la pradera es la más cercana a los campos señor. Pero eso no es todo, la flecha con la cual lo asesinaron no eran iguales a las suyas, estaba envenenada.

— ¿De qué carajos hablas Namjoon?

— Fue enviado por alguien, y la persona que lo envió se deshizo de él antes de tiempo para evitar que lo encontráramos.

— Solo dilo…

— No son ellos, la intención de esos bandidos según me dijo era el príncipe, pero está vez iban por usted. O quizás no fue así.

— Nam.

— ¿Qué si sabían que el príncipe haría ese movimiento? Es extraño, lo sé. Pero si ellos no lo asesinaron en el momento indicado, ¿por qué hacerlo ahora?

— Porque no deje que se lo llevarán.

—No lo sé señor, pero el prisionero no lucía como alguien malo, más bien parecía asustado y solo repetía que su deber era ayudar al príncipe sin herir a nadie.

— ¿Le creíste?— lo miro incrédulo y sorprendido — Tú no eres de esos Namjoon, ¿qué te llevó a creerle?

— Si me lo permite, quiero hacerme cargo de este caso a profundidad, hay algo que no cuadra señor, necesito investigar con más detenimiento.

— Haz todo lo que creas necesario— .

Namjoon asintió y se retiró dejándolo solo. Después de varios minutos, el doctor finalmente salió de la habitación del Omega informándole acerca de su estado. Jimin se encontraba bien, la flecha había dado en sus costillas la herida era profunda y por alguna mágica razón o lo que se conoce como suerte, no dio en ningún órgano

— Muchas gracias por su ayuda.

— Vandre a verlo mañana en la mañana, necesito que descanse y guarde reposo, no debe alterarse, tampoco es recomendable que monte nuevamente o haga movimientos bruscos, necesitamos su pronta recuperación.