Capítulo Cuarenta

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Los gemidos llenaron la sala, Jungkook lo embistió lentamente buscando sentir más de él en su totalidad y llevándolo al límite del placer. Jimin solo cerraba sus ojos.

- Ahh

Besando una de sus piernas, Jungkook la llevó a su hombro izquierdo teniendo así mejor acceso a su entrada. Su miembro entró en él de tal forma que él rubio arqueó su espalda para su deleite.

- No te detengas - susurro Jimin encontrando sus ojos.

Jungkook asintió y continuó embistiendo su interior por más tiempo. Las piernas del Omega ahora rodeaban sus caderas y sus uñas se enterraban en sus hombros mientras su boca besaba sus clavículas.
Podía oír los dulces gemidos de Jimin y el aroma de su Omega en todo su esplendor enloqueciendo a su alfa quien lo alzó sentándose en el piso con él en su regazo.

- Muévete - ordenó.

Jimin movió sus caderas en círculos lentamente perdiéndose en el placer mientras echaba su cabeza hacia atrás y disfrutaba de los toques y caricias de su alfa en su cuerpo.
Jungkook se aferró a las caderas del Omega al tiempo que tomaba sus pezones en su boca jugando con ellos sin descanso.

- Ah~hh

- Eres tan hermoso - susurró dejando un recorrido de besos hasta el cuello del rubio quien lo observó haciéndole frente - Déjame hacerte feliz una vez más.

- Ya lo haces - susurro Jimin besando los labios contrarios.

Minutos después, ambos alcanzaron el clímax y se vinieron juntos.

- Te amo.

- Y yo- sonrió Jungkook.

🍓🌼🍓

Él sexo en esos dos días siguiente, comenzó a ser algo del día a día para ambos. No importaba el lugar siempre y cuando no hubiera gente.

- Kook Ah~hh espera - gimió aferrándose al cuello del Alfa.

Jungkook no tenía planeado detenerse a esas alturas, lo siguió empotrando contra la pared sin delicadeza alguna. En ese momento se encontraban en su despacho por lo que nadie los molestaría allí.

- Ahh...Maldición - jadeó roncó cuando las paredes anales de su Omega lo apretaron exquisitamente.

- Ah~h si, eso es...ah- gimió mordiendo sus labios Jimin.

De un momento a otro, Jungkook lo cargó hasta su escritorio. Los pies descalzos de Jimin tocaron el piso, Jungkook no dijo absolutamente nada, solo lo volteó de modo que le diera la espalda y lo hizo inclinarse sobre su escritorio al tiempo que tomaba sus caderas para embestir su entrada nuevamente.

- ¡A~hhh!

Jimin gemía a lo alto sin vergüenza alguna, ese Alfa estaba fuera de sí perdido en sus feromonas y disfrutando del placer que ese cuerpo le otorgaba. Sus manos amasaron ese lindo trasero sin piedad al tiempo que lo embestía una y otra vez hasta que finalmente se corría en su interior.

- Cielos - susurró cerrando sus ojos Jimin.

[...]

Luego del sexo rudo, venía la ternura. Esos momentos en los cuales Jungkook lo besaba con dulzura y lo ayudaba a limpiarse con cuidado. Momentos en los que no lo dejaba sólo y permanecía pegado a él en todo momento.

- No es necesario que hagas esto, para eso están los guardias - sonrió.

Jungkook suspiró.

- No lo hago por lo que piense, solo quiero estar contigo.

Realeza Azul |• KookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora