Realeza Azul |• KookMin

Capítulo Treinta y Nueve

Taehyung busco animarlo de todas las formas posibles, más Jimin solo se le tenía perdido en sus pensamientos. El Omega parecía estar mejor que antes, pero muy ausente. Entendía a la perfección ese sentimiento, es por ello que no lo forzaba a nada y solo se le tenía a su lado.

— ¿Soy aburrido? — preguntó Jimin pasados unos cuantos minutos.

— No, es divertido ver tus muecas — le sonrió.

— Supongo que no me doy cuenta cuando las hago, no lo sé…

— Jimin.

— ¿Por qué es así?— preguntó volteando a verlo.

Taehyung suspiro, sabía a quién se refería con esa pregunta, pero no sabía cómo responder correctamente a ella.

— No lo sé.

— Tae…

— Lo digo en serio, no lo sé — observó sus manos en su regazo antes de mirar al frente con dirección a la rosas — Él era alguien normal, aunque a veces daba miedo. Solía admirarlo y tenerle envidia a veces por el cariño y atención de nuestros padres hacia él.

— ¿Fue duro?

— Lo fue, pero Hyung siempre me defendía y creo que fue la razón por la que pensé que era genial, aunque tenía sus momentos — suspiró — Hacía cosas malas pero solía decirme que no lo eran, que las hacía por una buena causa y crecí pensando en ello hasta que se casó.

— En sus ojos había tanto odio— susurro Jimin — Cuando me miró de esa forma supe que no saldría de allí.

— Oye…

— Nunca esperé eso de Hyung, nunca creí que sería él la persona por la cual Jungkook odiaba nuestro compromiso.

— Él te ama.

— Lo sé, pero antes lo amo a él.

Taehyung no supo de más decir, solo lo dejó mirar hacia el cielo.
Hoseok no había tenido noticias de su hermano, no lograron encontrarlo aún, y Jungkook estaba en ello también. Jaehyun no dejó rastros, pero si les dejo ver qué tenía aliados.

[...]

— Hemos buscado en los terrenos del oeste, pero nada, incluso allanamos los pueblos cercanos buscándolo, también interrogamos a la gente tratando de hallar una pista de su paradero.

— Pero no encontraron nada— suspiró Jungkook con molestía.

— Los padres de Taehyung están encarcelados. Se que su madre oculta algo pero no quiere decirlo.

— Hoseok -

— No me pidas que me detenga, es mí hermano Jeon.

— Jamás pediría algo como eso, sólo quiero estar seguro de que no te estás perdiendo a ti mismo con esta lucha.

— ¿No es eso algo que yo debería preguntarte a ti?— sonrió.

Jungkook negó con su cabeza y suspiró sonoramente.

— Quiero encontrarlo y matarlo con mis propias manos, lo juró — miro al mayor — Pero también quiero estar con él.

— Oye-

— No sonríe como antes, no habla como antes y…solo llora en las noches — sonrió cabizbajo — Puedo sentir su tristeza por medio de nuestro lazo y es insoportable, ni siquiera sé qué más puedo hacer por él.

— Estar a su lado es suficiente, Jimin saldrá adelante.

— Eso esperó, deseo que así sea— susurro.